Control interno en el gobierno federal: figura indispensable en la lucha anticorrupción
La relación entre sociedad y gobierno está en profunda transformación. Como nación, hemos transitado hacia esquemas legales de obligaciones, tanto activas como proactivas, frente a una población que exige conocer y seguir ocupando el espacio público.
En este contexto, el trabajo de la Secretaría de la Función Pública (SFP) se ha centrado en la consolidación de un gobierno moderno, abierto e íntegro, orientado a que la ciudadanía conozca con precisión qué hacen sus autoridades, y participe de manera activa en los asuntos públicos, y consolidar su actuación en el marco de la legalidad y de una sólida ética pública, como lo ha impulsado la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
Para cumplir la encomienda, la SFP es la encargada del control interno de la Administración Pública Federal, a través de 213 Órganos Internos de Control (OIC) en cada una de las dependencias y entidades, así como de Unidades de Responsabilidades (UR) en las dos empresas productivas del Estado: Pemex y CFE.
Esta función conlleva la ejecución de un sistema de control, prevención y sanción, cuyo fin es optimizar la gestión pública, privilegiar la rendición de cuentas y dignificar el servicio público. Los OIC y las UR son los ojos vigilantes del gobierno federal.
Son los responsables de verificar que las labores de los servidores públicos cumplan la normatividad, estén alineadas a los objetivos institucionales; y además atienden las quejas y denuncias
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