Dándole largas a Banxico
Se acaba la era Carstens en Banco de México. La semana que entra el actual gobernador de nuestro banco central se estará estrenando como Gerente General del Banco Internacional de Pagos en Basilea, Suiza. El aviso se dio con muchos meses de anticipación, casi un año, por lo que supongo que se habrán hecho profundos análisis de quién será su sucesor y del momento preciso para darlo a conocer.
Me llama la atención que quedando nueve días para la salida de Carstens, aún no sepamos quién tomará las riendas de Banco de México. No me preocupa, por el momento, la continuidad ni la estabilidad del banco, pues Banxico opera a través de una Junta de Gobierno además de que está prevista la forma en la que se gestionaría el banco en ausencia del gobernador. De acuerdo a la Ley de Banco de México, en ese caso, el subgobernador con mayor antigüedad en el cargo sería gobernador interino presidiendo la Junta de Gobierno.
De ser así, Roberto del Cueto fungiría como gobernador interino del banco. Roberto del Cueto es miembro de la Junta de Gobierno de Banxico desde 2007 y tiene sobrada experiencia en el sistema financiero. La autoridad monetaria del país seguiría caminando con relativa normalidad.
La ley señala que el gobernador de Banco de México tiene que ser mexicano de nacimiento, no tener más de 65 años cumplidos el día de inicio de funciones, gozar de reconocida competencia en materia monetaria y haber ocupado cargos de alto nivel en el sistema financiero por lo menos durante cinco años. No faltan opciones. Mucho se ha hablado ya de posibles candidatos para suceder a Carstens. Se han mencionado a muchos, entre ellos Alejandro Díaz de León (actual subgobernador), Lorenza Trigueros, José Antonio Meade, José Antonio González Anaya, Luis Videgaray y varios más.
Los nombramientos anteriores se anunciaron con más días de anticipación que los que ya tenemos antes de que Carstens se vaya. En el caso de Guillermo Ortiz la designación se dio 15 días antes y con Carstens, con 22. Ahora quedan nueve para que Carstens esté ya en Basilea y lo más que hay son especulaciones sobre quienes están siendo considerados.
Reconozco que carezco de la mentalidad política para entender los enroques, los ajustes, los tiempos de los candidatos y de las candidaturas, así que me cuesta trabajo entender las razones para postergar esta decisión. Sí, el banco seguirá funcionando y la estabilidad que ha forjado a lo largo del tiempo va más allá de la figura del gobernador. Ese es el argumento de quienes dicen que no es necesario que se nombre a alguien pronto.
Sin embargo, hoy hay demasiados elementos inciertos en el ámbito económico y en el político, en la esfera nacional y en la internacional. No entiendo por qué agregarle grados de complejidad a un entorno ya de por si complicado.
Desde mi perspectiva, la postulación del candidato para liderar el banco central debería estar basada prácticamente en su totalidad en cuestiones de carácter técnico y ser ajena a las jugadas y acomodos políticos.
Se pueden debatir las características deseables que deberían de tener los candidatos —tener una carrera en el banco central, haber sido funcionario público, tener experiencia en la academia, conocer el sistema financiero— pero algo que ya no nos deberíamos siquiera cuestionar es la autonomía e independencia que debe de tener el gobernador para mantener la solidez institucional con la que ahora cuenta Banco de México.
Algunas de las instituciones del país se han debilitado de forma intencional para darle cabida a intereses personales o partidistas. Banco de México es hoy una institución respetada a nivel nacional e internacional y está por tomarse una decisión fundamental que determinará que esto siga siendo así. Ojalá que la decisión se tome, ya sea en estos nueve días o en fechas próximas, tomando en cuenta lo que realmente importa para la estabilidad de la política monetaria de nuestro país, y que no se vuelva una decisión política más.
Opine usted: @Valeriamoy
*La autora es profesora de Economía en el ITAM y directora general de México ¿cómo vamos?