TRUMP, EL ACOSO Y EL PODER DE LA ‘CASCADA DE INFORMACIÓN’
tradicionales. Los periodistas pueden solicitar consejos y recibir avalanchas de ellos en cuestión de minutos. Las víctimas que alguna vez fueron impotentes ahora tienen un megáfono. Las víctimas aisladas pueden seguir el ejemplo de otras y congregarse en una multitud. Las cascadas de información, en otras palabras, trastocan las estructuras de poder.
El segundo factor es Donald Trump. Hace dos siglos, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, el filósofo alemán, observó que las ideas y los movimientos rara vez se desarrollan en línea recta; en cambio, la historia progresa en oscilaciones pendulares, ya que cualquier iniciativa o concepto poderoso suele provocar una reacción.
La elección de Trump ahora ha desatado esta “dialéctica hegeliana” de tesis, antítesis y, a veces, síntesis. Cuando fue elegido, destrozando las esperanzas de que Hillary Clinton fuera la primera mujer presidenta de EU, la mayoría de los observadores presumieron que su victoria era mala para las mujeres. Sin embargo, un año después, quedó claro que Trump ha empoderado inesperadamente a las feministas. Una primera señal de esto fueron las marchas de las mujeres. Otra es la politización de los canales de medios dirigidos a las adolescentes. Una de las razones por las que el escándalo de Weinstein creció tan rápidamente el mes pasado fue que involucró estrellas de cine y otras celebridades.
También hay más mujeres involucradas en la política. Emily’s List, una organización sin fines de lucro que apoya a las mujeres que se postulan como candidatas demócratas con una postura pro-elección, actualmente cuenta con 20,000 candidatas; hace dos años tenía solamente 900. Y conforme se propaga la reacción adversa, no es de sorprender que haya más mujeres que se sientan envalentonadas para denunciar el acoso sexual.
Esta “cascada” alarma a algunos observadores, quienes temen que la reacción se convierta en una cacería de brujas, que dañe a los transgresores leves y atrape a personas inocentes también. Sin duda existe ese riesgo; el efecto en las familias de los hombres que enfrentan acusaciones ha sido devastador.
Pero nadie volverá a poner este genio nuevamente en la botella; ni impedirá la cólera legítima de tantas mujeres (y hombres jóvenes) quienes han sufrido silenciosamente durante años. O como Robert Dilenschneider, el veterano experto estadounidense en relaciones públicas, dijo solemnemente a sus clientes corporativos esta semana: “Éste es un parteaguas en la historia de EU”. Presten atención, ejecutivos de todo tipo: las cascadas tienen poder.