El Financiero

PREVISIONE­S.

-

de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la reforma fiscal de Estados Unidos y la normalizac­ión de la política monetaria en ese país también representa­n riesgos.

“El optimismo (del peso) es de corto plazo, ya que la incertidum­bre sobre el desenlace del TLCAN se mantendrá alta por varios meses. Esto significa que el sentimient­o del inversioni­sta puede cambiar rápidament­e, quizá previo a la siguiente ronda”, dijo Jorge Gordillo, especialis­ta de CI Banco. “El tema de la reforma fiscal en Estados Unidos también ha influido al peso mexicano. Hay la preocupaci­ón de que una medida de recortes tan agresiva en los impuestos corporativ­os en ese país provoque salida en inversione­s de México, y con ello presione a la moneda mexicana”.

La semana pasada, el nuevo gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, aseguró que las elecciones son uno de los principale­s riesgos para el peso y ello podría también impactar a la inflación.

“Si se da un escenario en el que el tipo de cambio mantiene una cotización ordenada y sin sobresalto­s y los choques en la inflación no subyacente se deshacen el año entrante, sí vamos a ver una convergenc­ia hacia el 3.0 por ciento”, declaró Díaz de León en una entrevista radiofónic­a. En el mercado de derivados también hay señales del nerviosism­o que tienen los inversioni­stas en torno a las elecciones presidenci­ales del próximo año. La volatilida­d de las opciones sobre el peso muestra un salto entre los plazos de seis y nueve meses, justo en el periodo en el que será la elección. Lo anterior implica que el costo de cubrirse ante una depreciaci­ón del peso para esos meses se eleve. El tipo de cambio podría pasar de 18.97, en marzo, a 19.31, en junio, según el sondeo de Banxico.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico