Anaya, derrotado por Mancera
Propio de un dirigente sin la experiencia suficiente para un cargo donde se requieren decisiones con altura de miras, el líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, estiró la liga hasta lo máximo en el proceso para elegir al candidato presidencial del llamado Frente Ciudadano por México, y con ello dilapidó el impacto favorable que en un inicio tuvo esta alianza política entre una ciudadanía que no comulga con las siglas partidistas, a pesar de ser un movimiento eminentemente con intereses de partido.
No supo, no quiso, no estuvo a la altura, le faltó experiencia, tuvo miedo, le ganó la ambición, se dejó llevar por el canto de las sirenas, lo que haya sido, lo cierto es que en el proceso para escoger el método para procesar una candidatura común entre los aliancistas, el joven dirigente titubeó y sucumbió en el intento, pues con su pasiva actitud lo único que logró fue decepcionar a militantes, simpatizantes y ciudadanos en general, que habían visto con buenos ojos la construcción de un Frente democrático que fuera opción real de competencia en la jornada electoral que se avecina.
La próxima semana vence el plazo para que el Frente dé a conocer el nombre de su candidato, y es la hora en que no hay método, fórmula o estrategia para elegir a la persona que abanderará la causa programática de lo que al final pretende ser un programa de acción, que busca alcanzar en la urnas lo que sería el primer gobierno de coalición, y ello ha metido en un brete a los frentistas.
Por lo pronto, a Anaya sus aliados del PRD ya lo pusieron contra la pared al dar a conocer que han cerrado filas en torno al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, como propuesta para encabezar los ideales políticos del Frente, y aunque suena más a un acto de presión a la ya de por sí tardada decisión, es un hecho que el sol azteca ha puesto a Mancera en un escenario envidiable, pues las primeras mediciones de opinión pública señalan que si se abre el proceso, sea a población abierta, entre militantes del PRD o simpatizantes del Frente, sería el virtual ganador.
Es cierto, en el PAN nadie duda que será uno de sus filas el abanderado del Frente, por la fuerza que a nivel nacional representa la nomenclatura blanquiazul, al ser gobierno en casi la mitad de los estados del territorio nacional, con 12 gubernaturas, que significan una gobernanza de 40 millones de habitantes; pero también es verdad que el cierre de filas del perredismo con Mancera propicia que el destape de Ricardo Anaya no sólo llegue tarde, sino que emerja como una candidatura débil.
Mancera cuenta con el apoyo de los gobernadores de Tabasco, Michoacán y Morelos, quienes se suman a la fuerza que el PRD tiene en la Ciudad de México, lo que tal vez no sea suficiente como para pretender alcanzar la nominación del candidato frentista, pero no hay que desestimar que ese apoyo, por muy pequeño que sea, es sinónimo de negociación, de experiencia, de liderazgo y habilidad en la toma de decisiones, y esas son las características que debe ofrecer quien aspire a ser el candidato del Frente.
El PAN perdió con la salida de Margarita Zavala; también perdió con la división interna que hay entre la militancia, donde unos son considerados anayistas y otros “rebeldes”; perderá con la unción de Ricardo Anaya y perderá el Frente al llegar con un candidato con muchos negativos en su trayectoria.
El joven ¿maravilla? será un candidato que acentuará no sólo la división entre los suyos, sino también la de sus aliados, porque quienes simpatizan con Mancera, por mucha negociación y operación cicatriz que haya, nunca dejarán su destino político en manos de alguien quien por mucho ha dado muestras de su desmedida ambición y frecuentes traiciones. Esa la diferencia entre un Mancera que ofrece certidumbre a sus seguidores y aliados, frente a un Anaya que sólo ve por su grupo cercano y menosprecia a panistas como a perredistas.
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FESTEJO
Alfredo del Mazo recibió una sorpresa al iniciar ayer sus actividades, pues en el Segundo Informe de la alcaldesa Ana María Balderas, en Atizapán de Zaragoza, se dejaron oír las notas de un mariachi que, a coro con los cientos de asistentes, entonó las tradicionales “Mañanitas”. En compañía de Víctor Hugo Sondón, presidente del PAN mexiquense, el gobernador del Edomex agradeció con sonrisas este gesto de las autoridades de este municipio de extracción panista, quienes así le festejaron su cumpleaños número 42.