Spotización brutal
El bombardeo indiscriminado de promocionales en radio y televisión iniciará pasado mañana con el arranque de las precampañas rumbo a las elecciones del 1 de julio de 2018, por ello hay que tener los menjurjes adecuados para soportar toda clase de mensajes, desde los francamente estúpidos, hasta aquellos que anuncian del regreso del iluminado, del mesías que vendrá a redimir a los mexicanos.
Serán casi 60 millones de spots en radio y televisión que empezarán a transmitirse a partir del 14 de diciembre de este año al 11 de febrero del año que viene. Esta primera etapa corresponde a la precampaña, luego vendrá la intercampaña, del 12 de febrero al 29 de marzo, para concluir con la campaña que arranca el 30 de marzo y termina el 27 de junio.
Esta spotización brutal no sólo provoca entre la ciudadanía el rechazo a la política, sino también la burla y el escarnio. Además hay que alertar sobre la enorme capacidad de manipulación que se obtiene, particularmente entre los sectores de la población que tienen menos educación y que están en condiciones de marginación; aunque habría que considerar que la exposición desmesurada de mensajes reiterativos anula su eficacia como esquema propagandístico.
Este modelo de comunicación política no ha evolucionado a pesar de sus grandes defectos. Son ya diez años que se aplica y que no obstante que se busca la equidad de acceso a los medios electrónicos para los partidos políticos, lo cierto es que ya debe darse paso a una nueva reforma electoral que actualice este esquema, en donde se limiten los promocionales para dar paso a otros, como por ejemplo los debates, tanto los organizados por las autoridades electorales, como aquellos que promuevan los medios de comunicación y los foros especializados.
El tiempo aire al que tiene derecho el Estado mexicano y que en las elecciones se usa para trasmitir los spots de los candidatos y sus partidos, debe emplearse en otros temas más para informar y educar, en lugar de replicar a la publicidad comercial
El investigador Javier Esteinou señala al respecto que el modelo de comunicación política, que derivó de la reforma de 2007, reveló que se impusieron las reglas del código de comunicación de la publitelevisión sobre las reglas de la política humana que demanda la sociedad.
Se argumenta a favor de este modelo que permitió reducir la injerencia de los poderes fácticos en el resultado de los comicios, y si es verdad este fenómeno, casi se abatió por completo; empero lo que se tiene que replantear es la reducción de spots.
Diversos especialistas han señalado que los políticos quieren que los escuchen, pero ellos no escuchan a la sociedad en clara alusión al reclamo de que se reduzcan los promocionales. Habría que alertar no sólo sobre el rechazo a los políticos, sino el desgaste a la incipiente democracia que no acaba de cuajar, precisamente por no tener la capacidad los gobernantes a ceñirse al deseo de los gobernados.
Hay opiniones en el INE de que el modelo debe continuar, ya que ha dado resultados; sin embargo, no consideran que en 2006, cuando se implantó la reforma, no se masificaba el uso de las redes sociales que ahora son una herramienta de comunicación más influyente y usada por la población, incluso su impacto y penetración es superior a los promocionales en radio y TV.
Mientras son peras o manzanas, el hecho es que ya empiezan las precampañas y con ellas los promocionales, lo bueno es que también están por llegar las fiestas decembrinas que darán un remanso de paz al atribulado espíritu del votante.
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