El farsante
Tramposo como ya lo conocen, el aspirante a candidato independiente a la Presidencia, Jaime Rodríguez, El Bronco, ha dejado correr la versión de que ya reunió las casi 900 mil firmas que necesita para que su nombre aparezca en las boletas electorales del proceso electoral de 2018; lo cual, como golpe mediático, está bien, pero la realidad es que el todavía gobernador de Nuevo León ha cacareado el dato sin tener el veredicto del árbitro electoral.
Es cierto, nos dicen que el mandatario ha conseguido ese número de firmas, pero no hay que olvidar que la normatividad habla de que la recolección tiene que provenir de al menos 17 entidades fede- rativas, y al parecer el respaldo proviene de sus paisanos, quienes seguramente le han manifestado su apoyo más por las ganas de que se vaya, que para que llegue a ser presidente. Así que eso de andar cantando victoria de manera anticipada es una balandronada más de las que acostumbra el gobernador independiente.
Además, por lo menos la mitad son firmas apócrifas, ya que la firma de la credencial de elector no coincide con la plasmada en la pantalla del dispositivo móvil.
El último reporte de la autoridad electoral señala que Jaime Rodríguez ya superó el 100 por ciento de las firmas, al acumular 883 mil 752 apoyos, aunque adelantó que sólo se tienen 465 mil 315 que sí forman parte de la lista nominal de electores.
Todavía le faltan las firmas en 14 entidades del país, ya tiene Estado de México, Tabasco y su tierra natal.
El total de firmas requeridas, en este caso, se han conseguido en menos de la mitad de los tiempos legales, pues tienen de plazo hasta el 16 de febrero del año entrante. En este ejercicio, la opinión pública ha dado cuenta de otra trampa más en el equipo de El Bronco, pues se dice que el ejército de promotores es parte de la nómina del erario estatal. Además de que esa acción constituye un acto ilícito de desvío de recursos públicos, por andar en actividades proselitistas los trabajadores del estado han descuidado la función de gobierno, de ahí que los neoleoneses se sientan defraudados por quien les prometió un gobierno diferente y al cien por ciento dedicado a atender la problemática local.
Y si el gobernador ha fallado en la parte de la atención a las demandas ciudadanas, la queja de sus gobernados habla también de una falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos, ya que Rodríguez Calderón ha desplegado toda una estrategia de promoción política sin que hasta ahora se haya informado quién está financiando su campaña, y hay temor de que esos recursos también estén saliendo de las arcas de la hacienda pública estatal.
De los aspirantes a la silla presidencial por la vía independiente, es cierto que El Bronco ha sido el que mayor respaldo ha tenido; pero a la vista de sus paisanos hay una terrible realidad: la inseguridad crece y los servicios públicos son deficientes, lo cual no parece importar a quien ya se apresta para dar otro salto en sus aspiraciones políticas.
Es un hecho, el independiente Bronco está a punto de dejar la gubernatura, cargo al que paradójicamente hizo hasta lo imposible para llegar y hoy deja a la deriva; y como no ha cumplido tres años, al pedir licencia el Congreso tendrá que nombrar un gobernador interino y convocar a elecciones.
Bueno eso dice la Constitución, pero conociendo al Manso, él ya habla de pedir licencia, primero porque no está seguro de hacer un buen papel; y segundo, porque con triquiñuelas también quiere regresar a cargo, al que ha dado muestras suficientes de que le quedó grande, además de despreciarlo.
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