Los 10 principales pronósticos para la economía mundial en el 2018
Siguiendo con nuestro ejercicio prospectivo de fin de año, le exponemos aquí nuestros 10 principales pronósticos para la economía global para el año entrante. 1. Economía Mundial: La economía mundial pasa por un buen momento en el que los datos más recientes han estado reportándose por arriba de las previsiones previas. Pero más relevante que esto es el hecho de que las economías que estaban en recesión, o en debilidad extrema, han salido de esta situación, como es el caso de la zona Euro, Japón o la economía brasileña, por lo que podríamos hablar de un ciclo de sincronización de bonanza económica. También debemos resaltar que la inflación global es relativamente baja. Estamos estimando que la economía mundial pudiera crecer a un ritmo de 3.7% anual. 2. Economía de Estados Unidos: Con la información disponible hasta el momento, la aplicación próxima de una política fiscal expansiva, combinada con una política monetaria que pudiera tender a una normalización muy gradual, puede incidir en una aceleración en la actividad económica. Nuestra estimación de la expansión del PIB para el 2018 es del 2.6% anual.
3. Zona Euro: La aplicación de una política monetaria agresivamente expansiva y la disciplina fiscal observada en los países miembros de la Unión Europea, han dado resultados sorprendentes desde este año. Nuestro pronóstico es que la Zona Euro pudiera crecer en el 2018 a un ritmo de alrededor del 2.4% anual.
4. Reino Unido: La lenta negociación del Brexit ha incidido en que el efecto de esta mala decisión se vaya diluyendo en el tiempo. Si bien sus números no presentan una tragedia, ésta es una de las pocas economías que presenta crecimiento débil. Para el 2018, y considerando que se tendrá una salida de la Unión Europea completa para el primer trimestre del 2019 a más tardar, estimamos que el PIB de la economía británica pudiera ubicarse en 1% anual.
5. Japón: La economía japonesa observa desde principios del 2016 un crecimiento modesto, pero continuo por ocho trimestres consecutivos. Este es otro ejemplo de recuperación promovida por una política monetaria extrema, que lleva aplicando el Banco de Japón. Estimamos que en el 2018 Japón pudiera crecer en un ritmo del 1.6% anual. 6. China: El viraje de 180 grados de la política económica del gigante asiático hacia el mercado interno emprendida hace unos años, ha dado resultados favorables. Si bien los problemas de un exceso de capacidad instalada, sobreendeudamiento de la sociedad y de las empresas, la debilidad del sistema financiero paralelo, así como un exceso de oferta de vivienda continúan sin resolverse, la fuerte conducción gubernamental hace posible que la economía evite un aterrizaje forzoso. Estimamos un crecimiento del PIB para el 2018 del 8.5% anual. 7. Economías emergentes: El crecimiento global, superior al de las expectativas ha provocado que los precios de las materias primas observen una importante recuperación, lo que favorece la actividad de las economías emergentes. Las favorables expectativas de las economías desarrolladas nos llevan a estimar un crecimiento superior al 4.5% para este grupo de economías.
8. La Política Monetaria global. La tendencia generalizada de los grandes bancos centrales a retirar muy gradualmente sus estímulos monetarios, es una condición sine qua non para la expansión global. Para el 2018 prevemos que la FED va a aumentar entre 3 a 4 veces el objetivo de la tasa de Fondos Federales. Para el Banco Central del Euro prevemos que inicie la normalización de tasas entre el último bimestre del 2018 y el primer trimestre del 2019.
9. El dólar continuará fuerte, apoyado por las expectativas de la economía norteamericana, el aumento de las tasas de interés en dólares, la aplicación de la reforma fiscal ofertista del Presidente Trump y la gradualidad de la normalización monetaria.
10. En los mercados financieros globales, prevemos que hacia finales del 2018 las tasas de largo plazo van a aumentar en forma mucho más rápida que las tasas de referencia de los bancos centrales. Consecuentemente, también prevemos que los rendimientos de los mercados accionarios de los países desarrollados serán menores a los observados en el 2017.