Kuczynski insiste en su inocencia hasta el último momento
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, defendió hasta el último momento que no ha cometido ningún acto de corrupción por el caso Odebrecht.
En su discurso ante el pleno del Congreso, que debatía hasta altas horas de la noche de ayer una solicitud para su destitución, el jefe de Estado peruano afirmó que “hay quienes pretenden convencerlos de una mentira que no existe”, y reiteró que la acusación contra él “es débil, no está corroborada, contrastada, ni probada”, en referencia a sus presuntos vínculos con la empresa brasileña. “Debemos realizar una profunda reflexión sobre el comportamiento político que le está haciendo gran daño al país”, dijo.
Con un tono enérgico pocas veces visto en él, Kuczynski afirmó que enfrenta “un golpe bajo el disfraz de interpretaciones legales supuestamente legítimas” y que “la constitución y la democracia están bajo ataque”.
En caso de que Kuczynski sea destituido (lo que podría suceder en la madrugada de hoy) la ley indica que debe sucederlo el primer vicepresidente Martín Vizcarra, un ingeniero civil de 54 años, quien retornó la víspera desde Canadá, donde se desempeña como embajador, y quien junto a la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz han dicho que mantienen su absoluta lealtad al mandatario. Aunque Vizcarra ya adelantó que en caso de la destitución, renunciaría al cargo y en su lugar asumiría el poder el legislador Luis Galarreta, presidnete del Congres.
Si Kuczynski deja el poder sería el cuarto presidente peruano destituido desde 1821 y el primero en el mundo por el caso Odebrecht.