Los ingresos tributarios muestran estancamiento
A un año de que termine la actual administración federal, la reforma fiscal aprobada en 2013 ya muestra señales de agotamiento.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda (SHCP), hasta el cierre de noviembre de 2017, la recaudación de impuestos que pagan empresas y personas físicas tuvo un retroceso frente al año pasado. La dependencia informó que en 11 meses del año, la recaudación de impuestos ascendió a 2.6 billones de pesos, 0.1 por ciento menos en términos reales que lo observado en 2016.
Este desempeño contrasta con el crecimiento de años anteriores. En 2014, el año que entró en vigor la reforma, la recaudación de impuestos aumentó 11.3 por ciento anual en once meses. Un año más tarde, el aumento en los ingresos tributarios fue de 27.5 por ciento y en 2016, de 11.5 por ciento.
Para 2017, en la mayoría de los principales gravámenes, el gobierno federal observó un descenso en los recursos que obtiene de los contribuyentes.
Por ejemplo, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) cayó 0.5 por ciento real en enero-noviembre de 2017, respecto del mismo periodo de 2016. Los ingresos por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) cayeron 17.7 por ciento real, mientras que los del impuesto a las importaciones bajaron 1.3 por ciento.
El único gravamen importante que observó un alza fue el Impuesto sobre la Renta (ISR), con 5.1 por ciento más recaudado en términos reales, respecto del año pasado. Aún así, el incremento registrado fue también el más bajo desde la entrada en vigor de la reforma fiscal.
La desaceleración en los ingresos tributarios, de acuerdo con los datos, se explica en buena parte por la caída del IEPS a gasolinas y diésel.
NOVIEMBRE DÉBIL Tan sólo en noviembre, comparado con el mismo mes de 2016, la recaudación de impuestos cayó 8.8 por ciento y está por detrás de los ingresos tributarios que el gobierno federal había estimado originalmente obtener en el periodo.
Con información de Zenyazen Flores y Gonzalo Soto