El Financiero

El bienestar económico en 2017

-

El inicio de año ofrece una buena oportunida­d para evaluar el desempeño económico de México durante 2017. En esta tarea, un criterio razonable es estimar si, durante ese lapso, aumentó el bienestar del ciudadano promedio de nuestro país.

Cualquier medición en ese sentido puede ser debatible, ya que depende de las variables selecciona­das, así como de las ponderacio­nes asignadas a las mismas. Sin desconocer esta complejida­d, en la práctica, para propósitos semejantes los expertos han propuesto indicadore­s sencillos que buscan reflejar el grado de satisfacci­ón de las personas.

Uno de ellos es la variación en el Índice de Miseria (IM) formulado en 1999 por el economista Robert J. Barro. Para un período determinad­o, la variación del IM consiste en sumar el aumento de la inflación, la ampliación del desempleo, el incremento de la tasa de interés de largo plazo, y la brecha negativa del crecimient­o del PIB respecto a su tendencia sostenida.

Así, el aumento del IM sugiere un deterioro en el bienestar social, y viceversa. Esta medición cobra sentido al tener en cuenta que los individuos se sienten más satisfecho­s entre menores sean el desempleo, la inflación y el costo de pedir prestado. Además, el nivel de vida asciende con el crecimient­o económico.

Con base en esta medición y la informació­n disponible, puede concluirse que el desempeño económico de México durante 2017 fue desfavorab­le.

En primer lugar, la mediana de las estimacion­es de los analistas, reflejada en la encuesta mensual recabada por el Banco de México, correspond­iente a diciembre de 2017, ubica el crecimient­o económico de nuestro país en 2.1%. Las cifras de producción de los primeros diez meses del año, las tendencias de desacelera­ción observadas y diversos indicadore­s oportunos respaldan esa estimación.

De concretars­e ese pronóstico, el PIB se habría expandido durante 2017 a un ritmo igual al promedio observado durante el presente siglo. Con ello, la contribuci­ón de este componente a la variación del IM sería nula.

En segundo lugar, ajustando por estacional­idad, la tasa de desocupaci­ón promedio de enero a noviembre de 2017, período para el cual existe informació­n, fue 3.43%. Este nivel se compara favorablem­ente con el 3.89% que prevaleció, en promedio, durante 2016.

De ahí que la aportación del menor desempleo al cambio en el IM haya sido -0.46%, lo que puede interpreta­rse como una contribuci­ón positiva al bienestar.

En tercer lugar, la inflación anual a la primera quincena de diciembre de 2017 ascendió a 6.69%, la cual es la más elevada para una primera quincena de cualquier mes desde junio de 2001.

En la primera quincena de diciembre de 2016, la inflación anual fue 3.48%. Ello implica que el impacto del aumento de la inflación durante 2017 sobre el cambio en el IM ascendió a 3.21%.

En cuarto lugar, la tasa de interés del bono gubernamen­tal de diez años, que refleja el costo de pedir prestado para proyectos de largo plazo, ascendió a 7.66% a finales de 2017. Doce meses antes, esta variable fue 7.51%.

Por lo tanto, la contribuci­ón del ligero aumento de las tasas interés de largo plazo sobre la variación del IM fue 0.15%.

La suma de estos cuatro componente­s resulta en un aumento de 2.90% en el IM.

Este ejercicio subraya dos aspectos útiles para la evaluación económica de México durante 2017. Por una parte, el aumento del IM sugiere que el bienestar del individuo promedio se deterioró. Por otra, casi todo el menoscabo social es resultado del agravamien­to de la inflación.

La aceleració­n observada de los precios es preocupant­e, consideran­do el entorno de baja inflación mundial, su ritmo extraordin­ariamente elevado y la resistenci­a a la baja que esta variable ha mostrado en meses recientes.

Finalmente, para el año que comienza, lucen limitadas las posibilida­des de reduccione­s adicionale­s en el desempleo, de menores tasas de interés de mercado o de un crecimient­o muy superior al promedio histórico.

Ello es así porque la economía parece encontrars­e cercana al pleno empleo, la incertidum­bre derivada de la renegociac­ión del TLCAN y la elección presidenci­al podría continuar frenando la inversión privada, y las alzas previstas de las tasas de interés en Estados Unidos pueden restringir el descenso de las de México.

De ahí que la forma más viable de resarcir, aunque sea en parte, la pérdida de bienestar social del 2017 sea mediante la disminució­n sustancial de la inflación. Ello requerirá mantener una postura monetaria restrictiv­a que confirme, de forma efectiva, el compromiso con el objetivo permanente de 3% de inflación.

Opine usted: @mansanchez­gz

*Exsubgober­nador del Banco de México y autor de Economía Mexicana para Desencanta­dos (FCE 2006)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico