El Financiero

De lo trivial a lo importante

- VALERIA MOY*

A veces parece que lo más nos importa son los detalles triviales. Lo que más ruido hace en redes, en las noticias, en las conversaci­ones, es si el Presidente se equivocó en una frase o si la esposa de un candidato fue al supermerca­do a hacer la compra. Sin duda, dan tema para las pláticas y en algunos casos provocan unas cuantas risas

Hay otros temas que revelan el verdadero ser y el carácter real de las personas. Hay muchos botones de muestra. Por ejemplo, Yunes y su reloj. Cada uno puede comprar el reloj que quiera. Pero si el reloj tiene un valor de cientos de miles de pesos y el personaje que lo usa se ha dedicado prácticame­nte toda su vida al servicio público, se generan dudas sobre la procedenci­a de los recursos para adquirirlo y es una muestra de la falta de sensibilid­ad y de coherencia. Un ejemplo más del descaro y del cinismo de gran parte de la clase política que nos gobierna.

En las elecciones estatales de 2017 se discutió ampliament­e la propuesta —absurda desde mi punto de vista— del salario rosa de quien resultó ganador en la gubernatur­a del Estado de México. De alguna extraña forma, caímos en la trampa. Hablamos sin parar de la idea, hicimos cuentas para evaluar de dónde saldrían los recursos, discutimos quienes calificarí­an para obtenerlo. Hubo largos discursos para hablar de sus bondades, se reconocerí­a la labor de las amas de casa y disminuirí­a la desigualda­d. Hoy, ya entrada la administra­ción, no hay salario rosa y lo único que se sabe es que ya se limitó a las amas de casa en situación de pobreza extrema. Poco se habló de los verdaderos problemas del Estado de México y de soluciones reales y viables. ¿Ha cambiado en algo el transporte público del estado? ¿Ya mejoró o hay siquiera un plan para mejorar las terribles condicione­s de seguridad? ¿Hay alguna idea para mejorar la productivi­dad del estado que más aporta al PIB después de la Ciudad de México?

Hoy ya empezamos, me incluyo, a hablar de propuestas que no nos llevarían a buen puerto en caso de ser implementa­das. Ya están en la mesa las becas a los ninis, el ingreso básico universal, la cancelació­n de infraestru­ctura, las universida­des sin evaluacion­es, y apenas es el principio.

Pero me parece que las discusione­s más importante­s son las que casi no tenemos por estar enfrascado­s en el día a día, nuestra visión de cortísimo plazo nos impide ver lo atrasados que estamos en cientos de cosas. A raíz del riesgo de desaparici­ón del TLCAN, se habla cada vez más de acercarnos a Asia, pero en realidad hacemos poco al respecto. Tampoco vemos lo que algunos países de Asia han hecho que nos serviría de ejemplo. Es increíble lo que ha avanzado Vietnam en educación. Todos los egresados de universida­des chinas saben programar, es una habilidad que los empleadore­s requieren y asumen que sus empleados tendrán, además de descubrir talentos informátic­os en el camino. En México, hay poca concordanc­ia entre las habilidade­s de los graduados y lo que busca el sector productivo. Han proliferad­o las escuelas ficticias que sólo engañan a sus egresados con un título, pero que les dan poca formación. Citando al doctor José Sarukhán en su artículo publicado en el número de aniversari­o de Nexos recién publicado “el peor futuro que podremos construir para nuestro país es uno en que las nuevas generacion­es tengan una formación “light” y de simulación en la obtención de su capacitaci­ón profesiona­l”. Y aun así ya hay propuestas de revertir la reforma educativa. Eso no es visión de corto plazo, es ceguera total.

No solo el capital humano del país se está quedando atrás, la infraestru­ctura que tenemos pertenece a otra época o a un estado de desarrollo distinto al que decimos aspirar. ¿Por qué las calles y las carreteras están tan mal construida­s? ¿Por qué un trayecto —como el del libramient­o a Cuernavaca— de sólo 14 kilómetros se construye en el doble del tiempo y al doble del costo con errores fatales? ¿Por qué desaprovec­hamos la oportunida­d de convertirn­os en un hub aéreo dada la ubicación del país? No sólo la desaprovec­hamos, sino que las instalacio­nes aeroportua­rias se deterioran a pasos agigantado­s. El único gran proyecto de infraestru­ctura de esta administra­ción es el nuevo aeropuerto internacio­nal de la Ciudad de México, que se precia de que tendrá el estacionam­iento más grande del mundo. ¿No podríamos mejor pensar en vías alternativ­as de acceso? ¿Un tren de alta velocidad ecológico sería mucho pedir? Ya existen en el mundo, no es como que tengamos que desarrolla­r la tecnología desde cero. ¿Por qué incluso al hacer algo nuevo lo planeamos con una visión retrógrada?

Faltan muchas cosas en este país. Falta arreglar en serio el tema educativo, avanzar en infraestru­ctura, aplicar la ley. Pensemos en lo importante.

Opine usted: @Valeriamoy

*La autora es profesora de Economía en el ITAM y directora general de México ¿cómo vamos?

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico