Yendo más lejos, con los propósitos de año nuevo…
El velerista pesimista se queja porque el viento está en contra, el optimista espera a que cambie y se ponga a favor; el realista ajusta sus velas para aprovechar el viento que tiene…
Es ya muy tradicional que, al inicio del año, hagamos propósitos…, de año nuevo, tradicionalmente también un gran porcentaje de quienes los hacemos…, no los cumplimos.
En esta ocasión tratemos de enfocarlos “diferentemente” pensando que no basta solamente el hacerse propósitos, sino que hay que acompañarlos de medios y de recursos, de acciones y de maneras “diferentes” de enfrentar las cosas, para que los propósitos puedan alcanzarse.
Algunas ideas al respecto: 1. Elegir propósitos, difíciles, pero alcanzables. No se trata simplemente de decidir que hay que hacer, o de señalar lo que queremos hacer, se trata de ver primero si elegimos bien (es decir si lo elegido es algo realizable, realística y hasta optimista) puede ser que nos guste mucho nadar y que nos hayamos impresionado viendo a Michael Phelps, sin embargo pensar en obtener 8 medallas de oro en la próxima olimpiada, se antoja bastante difícil, en un grado de dificultad cercano a lo imposible, sin embargo (y aunque también es bien difícil para quien actualmente no lo hace) proponerse nadar 4 ó 5 veces a la semana es más alcanzable. 2. Acompañar a los propósitos con un plan de acción (serie de acciones a efectuar que nos permitan llegar más lejos, abarcando más, profundizando mejor) para que el propósito se “dé” . En este plan de acción es posible que requiera poseer (y si no se poseen hay que ver si se pueden desarrollar) algunas habilidades. Un amigo mío siempre quiso correr un maratón, un día entro a una librería y vio un libro intitulado “Usted puede correr un maratón” lo compró, pero no se detuvo ahí, siguió el plan propuesto y a los 52 años de edad corrió un maratón, el propósito ya lo tenía, el libro le permitió tener el plan (el “cómo”) 3. Enlistar los recursos necesarios
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