LA MÚSICA QUE LE FUE REVELADA EN SUEÑOS
Improvisador inspirado en Keith Jarrett y admirador del pianista Bill Evans en el jazz, el mexicano Alejandro Santoyo tiene entre sus “monstruos musicales” a compositores como Mozart, Beethoven, Bach, Fauré y Rachmaninov. Profesionalmente, comenzó como tecladista de los grupos ¡Qué Payasos! y Microchips. Entonces, a finales de la década de 1980, aún era un músico autodidacta, que fue guiado en sus primeras lecciones por el jazzista Enrique Nery.
De pequeño llegó a sus manos una guitarra, que él llamaba Banadé, y a los 5 años recibió un violín con el que comenzó a tomar lecciones. “En la segunda clase ya estaba tocando Twinkle, Twinkle, Little Star, pero era muy chico y no podía acomodarme el violín. Poco después mi mamá compró un piano y me enamoré al descubrir su rango tan grande, todo un universo, ahí me encontré. Su sonido se quedó en mi alma, es donde siento que me puedo comunicar”, comparte el compositor, quien acaba de lanzar una antología titulada Essence.
Este disco, de producción independiente, contiene 17 temas de sus tres álbumes: Elevation, New World y Embrace. Una selección de piezas evocativas, en las que sus ideas musicales, amables al oído, fluyen con naturalidad.
“Creo mucho en la paz, la armonía, la hermandad del ser humano, y hablo de eso en los conciertos, pero la mejor forma de manifestarlo es con la música, que eleva los sentidos, propicia una nueva manera de pensar”, asegura.
Alejandro Santoyo sueña con música. Él afirma que muchas de sus piezas se le revelaron alrededor de tres de la mañana, mientras dormía. SELLO: INDEPENDIENTE PRECIO: 151 PESOS DISPONIBLE VÍA: AMAZON Y
“La esencia de las melodías me llega sobre todo en sueños. Hay otro proceso, si tengo un concepto, me siento en el piano a desarrollarlo con los ojos cerrados. Escucho, me dejo llevar. En todas mis piezas, sean baladas en el piano, o una mezcla de estilos, siempre hay una melodía muy clara y, sobre todo, un intento de contar una historia”, comparte.
En marzo próximo estrenará en México su Sonata para violonchelo y piano, con un recital en el Estudio María Teresa Rodríguez (Guty Cárdenas 19, Guadalupe Inn), y a mediados de año lanzará un disco a piano solo, con nuevas composiciones.
“Me gustan muchos estilos, quizá por mi apertura como compositor y mi curiosidad natural, siempre estoy a buscando nuevos sonidos, lo que en inglés llaman groove, un sonido melódico, rítmico, más allá de los géneros. No quiero encasillarme en uno, sino evocar historias”, concluye.
Rosario Reyes