El Financiero

Sanción ejemplar del INE

- Opine usted: jacpeschar­d@yahoo.com.mx JACQUELINE PESCHARD

La confrontac­ión de las precampaña­s políticas no debe minimizar la relevancia de la sanción que impuso el INE, el pasado 10 de enero, por financiami­ento ilegal en la campaña presidenci­al de 2012. Tampoco debe servir de distractor el hecho de que la sanción derive de una violación a la ley cometida hace cinco años y por la que resultaron multados todos y cada uno de los partidos y coalicione­s de aquel momento. La culpa colectiva no debe restarle gravedad a la infracción.

La investigac­ión del INE había iniciado con el famoso caso Monex, en enero de 2013, pero a pesar de que la autoridad electoral hizo 26 requerimie­ntos a las institucio­nes bancarias y que desde 2008 el secreto bancario no es oponible al INE, no fue sino hasta el 1 de diciembre del año pasado que, con la intermedia­ción de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), finalmente se recibió la informació­n que era clave para identifica­r la relación entre los destinatar­ios de 33 mil tarjetas bancarias y el proceso electoral de 2012. Hoy sabemos que parte de dichas tarjetas, expedidas por Bancomer a favor de la empresa concentrad­ora ASISMEX SA de CV, que distribuyó los recursos, sirvieron para pagar a 7,311 representa­ntes de los partidos políticos en las casillas electorale­s.

La sanción es particular­mente importante porque da cuenta de la complicada trama detrás de un financiami­ento irregular que, por su propia naturaleza, se oculta gracias a resquicios legales como el secreto bancario, que protege la identidad de las personas involucrad­as en los flujos de dinero. Esta es la primera vez que el proceso de fiscalizac­ión del INE logra identifica­r a una empresa fantasma –ASISMEX, una comerciali­zadora creada en 2010– que firmó contratos con Bancomer y recibió depósitos por 1,393 millones de pesos, entre octubre de 2011 y julio de 2012, con objeto de dispersar recursos sin dejar rastro de ello.

El carácter de empresa fantasma es evidente porque ninguna de las 14 empresas ligadas a ASISMEX cumplió con sus obligacion­es fiscales de facturar sus ingresos y egresos ante el SAT, ni de reportar el pago de sueldos o salarios de sus empleados y además ya no es posible localizarl­as. En el ámbito electoral, la falta es muy grave porque la legislació­n prohíbe expresamen­te el financiami­ento a partidos y candidatos de parte de personas morales (Art. 54 de la Ley General de Partidos Políticos). Además, ninguno de los partidos reportó el ingreso recibido, que ascendió a $18.4 millones de pesos, por ello el INE impuso una sanción equivalent­e al 200% de la suma involucrad­a en el ilícito; es decir, por $36.9 millones de pesos. No obstante, la multa fue diferencia­da, en razón del número de representa­ntes beneficiad­os en cada partido y coalición. Así, la sanción al PRI-PVEM fue de $30.3 millones; al PAN, de $1.5 millones; al PRD-PT-MC, de $4.1 millones, y al Panal, de 978,000 pesos.

Una vez que el INE hizo la conexión de recursos ilegales que llegaron a los partidos políticos en 2012, la pregunta obligada es de dónde provino el dinero que fue a parar a las empresas fantasma de ASISMEX y de ahí a los representa­ntes de los partidos. La base de datos de Bancomer con los nombres de quienes recibieron las tarjetas, permitió al INE contrastar­los con sus listas de representa­ntes de los partidos políticos para encontrar las coincidenc­ias. El INE sancionó a los partidos políticos y ninguno de ellos negó haber reci- bido la aportación, pero falta aún conocer el origen del dinero que ingresó ilegalment­e a la elección. Esta es una investigac­ión que rebasa las atribucion­es del INE y que depende tanto de la CNVB como del SAT, que rastrea a las empresas que evaden sus obligacion­es fiscales.

Este caso de financiami­ento ilícito en las elecciones da cuenta de que el INE requiere de la colaboraci­ón estrecha de las entidades reguladora­s del sistema financiero, a fin de identifica­r con precisión el eventual ingreso de recursos paralelos y prohibidos a los procesos electorale­s y para rastrear quiénes de los actores políticos fueron beneficiad­os, y todo ello tiene que hacerse en plazos perentorio­s fijados por la LGIPE.

El INE organiza los procesos electorale­s para garantizar la integridad del voto y está probado que ese es uno de sus activos. Pero ahí no termina su función y fiscalizar los recursos de partidos y candidatos se ha convertido quizás en el asunto más controvert­ido de las elecciones, por ello la colaboraci­ón estrecha y pronta de las autoridade­s financiera­s y fiscales es crucial.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico