Ignorancia vs. indiferencia
Rincón del experto
¿Qué será peor, la ignorancia o la indiferencia?... No sé, ni me importa.
Esta irónica respuesta, constantemente me genera risa. El alcance de esta peligrosa combinación no está restringido exclusivamente a esta esfera, pero trataré de permanecer en mi campo de competencia.
Hagamos un experimento. A las siguientes preguntas, en caso de no tener una respuesta certera, completa con un “no sé” o “no me importa”. ¿Ahorras? ¿Para qué ahorras? ¿Cuánto ahorras al mes? ¿Podrías ahorrar más? ¿Dónde ahorras? ¿Qué rendimiento has obtenido? ¿En qué invierte tu Afore? ¿Cuánto necesitas tener ahorrado para retirarte? ¿El ritmo actual de ahorro te alcanzará para retirarte?
En realidad, dudo que el “no me importa” haya sido la respuesta más repetida, pero al parecer—decidido de manera arbitraria por mi, dado que es mi columna—haber respondido tres o más veces con un “no sé” pareciera señal inequívoca de que tu futuro financiero “no te importa”. Y no lo tomes a mal, probablemente tu situación actual pareciera darte la impresión de que no tienes por qué preocuparte, en dado caso, te aseguro que no pierdes “NADA” dándote a la tarea de buscar respuestas asertivas a esas preguntas.
Si, por el contrario, este ejercicio logró captar tu atención, hemos vencido en un primer acercamiento a la indiferencia.
Ahora bien, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, aproximadamente el 76 por ciento de la población adulta ahorra, ya sea de manera formal o informal, dejando un 24 por ciento sin participar. Puede que en esta cuarta parte de la población, la problemática radique en falta de capacidad económica, pero podríamos asumir que mayor conciencia sobre la necesidad, y sobre las bondades del ahorro, tendría algún efecto en este demográfico, aunque sea como incentivo.
Siguiendo con el ejemplo, alinear incentivos es un elemento que suele mejorar las probabilidades de éxito, es por eso que tener claro el para qué o por qué se ahorra es de gran relevancia. La gente no ahorra por ahorrar, la respuesta para tener más suena superficial, y un objetivo vago suele diluirse. La gente no quiere más dinero como fin, la gente quiere más experiencias, más seguridad, más cosas, más tiempo para los suyos y para ellos mismos, más diversión, más libertad. Es por eso que ponerlo en papel ayuda: quiero un retiro digno y cómodo, disfrutar tiempo con mi familia y experiencias, que mis hijos tengan una educación de primer nivel, etc.
Esta suele ser una forma de tener más presente el costo de oportunidad, o a lo que se renuncia, cuando uno pierde el paso. En lo referente al monto necesario para el retiro, dependerá de las expectativas, de acuerdo con cálculos de la OECD, esto equivaldría a tener disponible un 70 por ciento de tu último salario al momento de retirarte. Hoy en día, Consar cuenta con herramientas que simplifican el cálculo, que te podrían apoyar en esta tarea. Más allá de preocuparte, es momento de ocuparte.
En cuanto a las otras metas que hayas identificado, te recomendamos estar informado sobre qué pasa con tu patrimonio, en qué está invertido, quién lo maneja, etc, a pesar de tercerizar esta tarea, la responsabilidad es tuya.
Twitter: @Ivanbarona