El Financiero

INFONAVIT: deseable revisar su papel en el mercado hipotecari­o

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Un tema en el que los economista­s coinciden es el referente a la banca de desarrollo. La razón de ser de estas institucio­nes solamente se justifica si resuelven una falla de mercado. Si dichas fallas existen, es deseable que un banco de desarrollo intervenga para intentar resolver dicha falla, y retirarse una vez que lo logre.

Durante muchos años, el INFONAVIT tuvo una clara razón de existir: por décadas México no contó con una oferta privada de hipotecas a largo plazo. Esto se explicaba, fundamenta­lmente, porque en el país no existía una curva de rendimient­os profunda: debido a las condicione­s macroeconó­micas prevalente­s, el gobierno no podía emitir títulos de deuda a largo plazo. Por tanto, era complicado para institucio­nes financiera­s obtener el fondeo necesario para ofrecer hipotecas. Recordemos que hace un par de décadas era impensable que alguien obtuviera una hipoteca a veinte años a tasa fija.

En ese contexto, el INFONAVIT jugó un papel muy relevante. Podía ofrecer créditos para la adquisició­n de viviendas a las familias, en condicione­s que, por la razón antes expuesta, las institucio­nes privadas no podían replicar. INFONAVIT podía hacerlo ya que cuenta con un mecanismo muy poderoso: tiene acceso a todas las nóminas privadas del país tanto para que los trabajador­es ahorren, como para que se les pueda descontar directamen­te de su salario el monto necesario para ir pagando su crédito. Esto hace que los créditos otorgados puedan ser de mejor calidad crediticia.

Hoy el contexto en que opera INFONAVIT es muy diferente. Existe en México un entorno de estabilida­d macroeconó­mica. El gobierno mexicano emite frecuentem­ente títulos a plazos largos. Esto permite a los bancos obtener fondeo para ofertar hipotecas. Además, después de la crisis económica que el país experiment­ó en 1994, hoy se tiene uno de los sistemas bancarios mejor capitaliza­dos del mundo, con un número elevado de jugadores que compiten vigorosame­nte. Resultado de todo esto es que hoy existen las mejores condicione­s en la historia del país para obtener un crédito hipotecari­o. Un buen número de institucio­nes los ofrecen a tasas fijas de 10% o menos y a plazos de hasta veinte años. En este contexto, el INFONAVIT ha decidido adoptar una política de competir con los bancos. El año pasado aumentó el monto máximo de sus créditos hasta 1.6 millones de pesos. Al hacerlo, pasó de ser una institució­n con foco en atender al mercado de menores ingresos a una que compite con los bancos.

Hay que preguntars­e si es necesario tener a una institució­n del Estado compitiend­o con el sector privado en una situación en la que no existen fallas de mercado. Y en todo caso, si se va a dar esta competenci­a, sería bueno que ésta se diera en condicione­s de igualdad. Los bancos enfrentan un estricto marco regulatori­o que no aplica para INFONAVIT. Además, el INFONAVIT tiene la enorme ventaja de contar con el monopolio del mecanismo de descuento de nómina. Sería deseable que este mecanismo se ponga a disposició­n de todos los bancos privados. Eso resultaría en que se pudiesen otorgar créditos a la vivienda a tasas todavía más bajas. No hay razón para mantener este monopolio que tiene INFONAVIT.

Por otra parte, hay que recordar que INFONAVIT también actúa como un fondo de pensiones. En el caso de aquellos trabajador­es que no toman un crédito hipotecari­o, el instituto les administra sus ahorros para poder otorgar una pensión en el retiro. Creo que también hay que considerar si es necesario tener a una institució­n del Estado administra­ndo pensiones cuando existe un mercado competitiv­o de fondos de pensiones privados. Hay que señalar además que existe un claro conflicto entre tener el fondo de pensiones y otorgar hipotecas: mientras menores tasas se ofrezcan en los créditos, menores los rendimient­os a los ahorros para el retiro.

México pronto enfrentará un grave problema de pensiones: los saldos de las cuentas individual­es de las Afores no serán suficiente­s para que los trabajador­es se retiren con pensiones dignas. Esto ocurrirá porque las tasas de ahorro son bajas. ¿Por qué no utilizar el 5% que todos los meses se les descuenta a los trabajador­es formales para incrementa­r la tasa de ahorro para el retiro? Es momento de repensar si sigue existiendo una razón de ser para esta institució­n.

Opine usted: economia@ elfinancie­ro. com.mx

*Economista Jefe de BBVA Bancomer

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