“El servicio de streaming tendrá que agregar más líneas de negocio para compensar la dependencia de los sellos discográficos”
desde 2012 ha reducido su dependencia del contenido de terceros al encargar y producir el suyo propio.
Esto no es menos caro. Se está gastando miles de millones de dólares al año en su contenido propio, lo que llama “Netflix Originals”. Pero la posesión directa del contenido implica que la compañía puede controlar cómo amortiza sus costos. Fundamentalmente, también significa que estos costos son relativamente predecibles: conforme suma suscriptores, sus márgenes aumentan.
La estructura de costos de Spotify es más complicada. A diferencia de Netflix, sus costos no son fijos: sus acuerdos con los principales sellos discográficos — Universal Music Group, Sony Music y Warner Music — están vinculados al consumo: cuanto más se transmite la música para la que tiene licencia, más les paga a sus proveedores. Ha incorporado cláusulas de “alivio de márgenes” en sus contratos con los sellos discográficos, lo que significa que las tarifas de regalías se reducirán cuando cumpla con ciertas cifras objetivo de suscriptores. De cierta forma, esto debería evitar que los márgenes se depriman. Pero quienes inviertan en Spotify — que nunca ha obtenido ganancias — una vez que cotice en bolsa, querrán que los márgenes crezcan.
Esto no quiere decir que los inversionistas evitarán la salida a bolsa de Spotify. Spotify será la única compañía dedicada al servicio de streaming de música que está cotizada en bolsa y atraerá a los inversionistas interesados en subirse a la ola del streaming de música.
A largo plazo, se puede esperar que la relación de Spotify con sus proveedores se vea afectada. Si la compañía copia el modelo de Netflix e intenta desarrollar su propio contenido, es probable que se enfrente a los principales sellos discográficos que dominan la música grabada a nivel mundial, tanto con nuevos actos como en títulos de catálogo. Spotify ya ha adoptado los podcasts. ¿Podría eventualmente comenzar a competir con los sellos discográficos por los derechos de los mejores actos y convertirse en un sello discográfico en sí? Una acción como ésta estaría llena de riesgos.
Los ejecutivos de Spotify saben que necesitan desarrollar otras líneas de negocio para reducir la dependencia de la compañía de los sellos discográficos: se informó que la compañía está explorando incursionar en el hardware, por ejemplo. Conforme encara el futuro como una compañía pública, sus ejecutivos saben que necesitan jugar otras cartas.