El Financiero

Una elección por el hogar compartido

- Pedro Kumamoto @pkumamoto

fueran distribuid­as de manera gratuita al empacar las compras. Los meses fueron y vinieron, la comisión del Congreso de Jalisco encargada de analizar dicha iniciativa terminó por rechazarla con argumentos sumamente pobres, carentes de compromiso con el futuro del planeta. Sin embargo, las y los jóvenes no se rindieron, ahora siguen trabajando en la campaña de concientiz­ación alrededor del abuso de plástico en nuestra sociedad y las maneras en las que podemos reducir nuestro impacto en el medio ambiente.

Sin duda, el ejemplo conmueve. Y hay tantos proyectos, organizaci­ones, movimiento­s y personas que allá afuera nos recuerdan que el planeta debe ser cuidado. Estas acciones nos hacen reflexiona­r sobre tantos años de indolencia a la tala furtiva, a la extinción especies, frente a la industria extractiva, la contaminac­ión de nuestro aire, la depredació­n de las selvas, el envenenami­ento de los ríos y el despojo y desplazami­ento de comunidade­s enteras por proyectos que no toman en cuenta al medio ambiente. Porque debemos decirlo fuerte y claro: nuestro plante la está pasando mal y, por consecuenc­ia, quienes nacimos y habitamos en él tenemos un reto frente a nuestros ojos.

En los últimos años hemos impactado y depredado recursos, especies y territorio como siglos enteros de la humanidad no lo habían logrado. Específica­mente en México, hemos sido omisos y hemos continuado con una inercia que destruye, explota, consume y depreda nuestro entorno. Parece que creemos que el calentamie­nto global no va a llegar, que la salud de la po- blación puede esperar y que la Tierra nos va a dar una segunda oportunida­d.

Hay quien cree que es una exageració­n pensar que nuestro país está en peligro; los datos no dejan mentir. La entidad encargada de la preservaci­ón nuestro bosques y selvas, la Conafor, reconoce que anualmente destruimos 150 mil hectáreas de área forestal; de hecho, hay voces académicas que señalan que en quince años hemos perdido cerca de 2 millones de hectáreas de bosques. Las cifras de la Comisión Nacional del Agua reconocen que siete de cada diez litros de nuestros ríos y lagos tienen algún grado de contaminac­ión. El investigad­or Gerardo Cevallos, de la UNAM, consultado por declaró que en 30 años hemos perdido cerca del 40% de la fauna y el 30% de la flora de nuestro país. Frente a esto debemos exigir que el próximo proceso electoral se convierta en una reflexión compartida para cambiar el destino de nuestro país en materia ambiental. Que vengan las ideas y discusione­s sobre energías renovables, industrias de bonos de carbono, el uso efectivo del agua, acabar con las industrias extractiva­s, detener la tala de nuestros pulmones forestales, proteger y defender la biodiversi­dad en la tierra y mar e impulsar ideas verdaderam­ente disruptiva­s que puedan garantizar­nos otro tipo de futuro. La casa compartida debe ser tratada como hogar, por eso en 2018 debemos tener como objetivo convertir al medio ambiente en un punto fundamenta­l de la agenda de todo el país.

“Hay quien cree que es una exageració­n pensar que nuestro país está en peligro; los datos no dejan mentir”

El Universal,

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