Macquarie se fabrica su defensa
Esto de los vaivenes del TLCAN obviamente pone a los administradores de fibras a tronarse los dedos. Ellos rentan espacios a inquilinos que son en su mayoría empresas que exportan a Estados Unidos.
Pero, a decir verdad, en Fibra Macquarie, que dirige Juan
Monroy, no detienen su desarrollo de inmuebles, en lugar de aplicar la estrategia de otras, que es la compra de inmuebles.
El año pasado la inmobiliaria invirtió unos 21 millones de dólares en propiedades entregadas o en desarrollo y para 2018 tiene previstos cuatro proyectos de expansión (ampliaciones) valuados en 6 millones de dólares. Cuentan que de ese número, tres corresponden a inmuebles industriales con un total de 10 mil 219 metros cuadrados (m2) y un centro comercial de 2 mil 230 m2. Quienes saben del tema dicen que si bien el ciclo de recuperación de la inversión es más rápido en la compra de activos, tiene una menor tasa de retorno e implica más riesgo en un entorno como el actual.
Así, desde el año pasado el crecimiento de Fibra Macquarie se ha enfocado en una estrategia de desarrollo y expansión de inmuebles.
Pese al entorno desafiante, Monroy y su equipo ven con optimismo el 2018. A la fecha perciben una actividad dinámica de sus inquilinos en las diferentes zonas del país, lo que se ha traducido en buenas renovaciones de contratos.
Atención, alrededor del 90 por ciento de sus ingresos proviene del negocio industrial, y en éste casi la totalidad de las rentas son en dólares. Parece que tiene buena defensa.