UN TOMO MONUMENTAL PARA INICIADOS Y NUEVOS LECTORES
Leslie S. Kilinger ha tenido el tino de anotar la obra de Lovecraft para que al lector no le resulte repetitivo. Su prólogo es una verdadera historia de la narrativa del horror. Reúne 22 textos de los 70 que firmó el autor. Su lógica: los más representativos de su “ciclo Arkham”. Cuando le preguntaban: ¿quién era Lovecraft? Kilinger esperaba ver esta obra terminada para dejar en claro que había sido una de las mentes más originales del siglo XX. Sostiene que su respuesta quedará contundente en los nuevos lectores de este astro de la narrativa oscura. Desde luego que el apunte biográfico agregado en el prólogo es de una elegancia y puntualidad que agradecerán, por igual, los conocedores de la vida del escritor de Rhode Island, en donde vivió prácticamente toda su vida. Es Providence en donde Lovecraft pierde a su padre, quien fue ingresado en el Hospital Butler para enfermos mentales, en donde murió en 1898, cuando el niño tenía ocho años.
Todo parece indicar que el fallecimiento de Winfield Scott Lovecraft se debió a una paresia general causada por la sífilis. Tampoco, escribe Kilinger, parece que lo haya pasado bien al lado de la madre. Uno de sus biógrafos, S. T. Joshi, afirma que lo dañó sicológicamente, al declararle físicamente horrendo y, quizá, con “otras formas hoy imposibles de averiguar”. El tomo vale, además, por las ilustraciones, fotografías y grabados encontrados en torno a la obra de este amo de espectros, sombras y penumbras.
“Veo ahora con claridad que, si he alcanzado algún verdadero mérito literario, éste se limita a relatos de ensueños, sombras extrañas y exterioridades cósmicas, a pesar de un vivo interés en muchos ámbitos de la vida...”
H. P. LOVECRAFT
Escritor estadounidense