LOURDES MENDOZA
¿ Se acuerdan del escándalo por emisiones de los motores a diésel de VW? Bueno, pues déjenme decirles que ha generado multas millonarias en diversos países del mundo, regreso de vehículos y dinero a sus compradores, por decenas de miles de unidades en EU, país que por cierto sentenció a prisión al menos a dos ejecutivos de la empresa por mentir deliberadamente.
El problema de VW fue que en el laboratorio sus motores sí cumplían con los estándares, pero en la calle, en circulación normal, emitían 40 y hasta 80 veces más contaminantes de los que se observaban en laboratorio. Ahora bien, le recomiendo estar sentado para leer lo siguiente: hoy, estos mismos vehículos cumplen la NOM042-2003 de Semarnat, y siguen circulando en nuestro país. ¡Así cómo lo está leyendo! De pena ajena, y “pior” aún cuando hace apenas unas semanas Netflix estrenó Dirty Money, exhibiendo el escándalo de VW como un gran problema ambiental y de alcances legales de índole penal en otros países, y en México simplemente nadie se preocupa por retirarlos del mercado.
Ojo, la NOM 042-2003 establece que estos vehículos deben ser probados en laboratorios controlados por las armadoras, al nivel del mar (cuando el 60% de los autos nuevos se venden a una altura superior a 2,100 metros sobre el nivel del mar en el centro del país) y que deben ser probados con “Diésel de Ultra Bajo Contenido de Azufre” (combustible que no está disponible en todo el país).
Además de ser escandaloso por posible contubernio, es un tema de salud pública, los óxidos de nitrógeno, conocidos como NOX, son creadores del ozono y altamente cancerígenos. Así pues, alguien debe castigar a quien aprobó esa norma y cancelar la venta de vehículos a diésel en México, hasta que no se garantice que cumplen con estándares globales.