Trump impone “duras” sanciones por injerencia
tario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien advirtió que pese a que la Alianza no desea “una nueva Guerra Fría”, tampoco dudará en defender a Londres. “Uno de los desafíos más grandes que tenemos es el temerario comportamiento ruso. La sustancia usada es una de las más tóxicas jamás desarrolladas. Es la primera vez que un agente nervioso se usa de forma así desde la fundación de la OTAN en territorio europeo. Es inaceptable. No tiene cabida en un mundo civilizado”, dijo Stoltenberg.
Por su parte, el presidente Putin reunió ayer a su Consejo de Seguridad para discutir las contramedidas a aplicar contra el Reino Unido. Aunque la idea del Kremlin, expresada por distintos responsables, es devolver el golpe a Londres con la mayor prontitud, lo cierto es que están mostrando una sorprendente dilación, tanto más llamativa ante el riesgo de que estalle una escalada con las autoridades británicas justo en la recta final de la campaña de las elecciones presidenciales rusas del domingo en las que se da como un hecho la reelección de Putin. En medio de la fuerte ofensiva internacional contra Moscú por el caso del exespía envenenado, el gobierno de Donald Trump tomó ayer la delantera y lanzó su golpe más certero contra 19 personas y 5 entidades de Rusia por su supuesta responsabilidad en la fabricación y difusión de noticias falsas en las elecciones presidenciales de 2016 y por varios ciberataques. Entre los sancionados figuran funcionarios que trabajan para la agencia de la inteligencia militar rusa, GRU. El Departamento del Tesoro dijo que la GRU y los militares rusos intervinieron en las elecciones estadounidenses y que fueron “directamente responsables” del ciberataque NotPetya, en Ucrania, que afectó a empresas de toda Europa en junio de 2017.
La medida busca frenar una posible intervención de Rusia en las elecciones legislativas de noviembre, en las que se renueva la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, y advertir al gobierno de Vladimir Putin que no permitirá nuevos ataques al ciberespacio.
Las sanciones, que implican la congelación de los activos de las personas afectadas y la prohibición de que las empresas estadounidenses realicen transacciones con ellos, son también el primer uso de los nuevos poderes que el Congreso aprobó el año pasado para castigar a Moscú por inmiscuirse en las elecciones norteamericanas que ganó Trump.