Justicia confirma la sentencia de 12 años de cárcel para Lula
El próximo 4 de abril el Tribunal Superior decidirá, en última instancia, si lo detiene
La justicia de Brasil confirmó ayer en segunda instancia la condena de 12 años y un mes de cárcel para el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción, tras rechazar los recursos presentados por la defensa del exmandatario, cuya reclusión depende de un último recurso en la Corte Suprema, que lo resolverá el próximo 4 de abril.
Tres magistrados del Tribunal Regional Federal (TRF4) rechazaron por unanimidad los “embargos de declaración”, un tipo de recurso que no permite reevaluar el “mérito” del proceso, es decir, si Lula cometió o no los delitos que le imputan, sino apenas el procedimiento judicial. De esta manera, los abogados del expresidente tienen apenas un nuevo recurso en la sede del TRF4, la segunda instancia, antes de que la condena sea en firme y sólo pueda ser recurrida en instancias judiciales superiores.
“Este juicio no acabó”, aseguró el abogado del equipo de defensa, José Roberto Batochio, tras la decisión del poder judicial.
A pesar de que la ley en Brasil establece que los condenados en segunda instancia deben comenzar a cumplir la pena, una decisión de la Corte Suprema del país la semana pasada permitió al exmandatario, que aspira a un tercer mandato en octubre, seguir en libertad al menos hasta el 4 de abril.
Será entonces cuando el Supremo Tribunal Federal (STF) analice el pedido de habeas corpus presentado por los abogados de Lula con el objetivo de evitar que vaya a prisión y, eventualmente, que no sea inhabilitado políticamente.
La Ley de Ficha Limpia, aprobada por el propio Lula en 2010 antes de terminar su segundo mandato, establece que los condenados por tribunales colegiados por crímenes como lavado de dinero quedan inhabilitados por ocho años, para ocupar cargos públicos. Presidente de Brasil entre 2003 y 2010, Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado por unanimidad en febrero pasado por los tres jueces del TRF4 e incluso elevaron su pena de nueve años y medio a 12 años y un mes de cárcel.
El exlíder sindicalista ya había sido condenado en julio pasado por esta misma causa, en primera instancia, al beneficiarse de la remodelación millonaria de un departamento de tres plantas en la localidad costera de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, a cambio de favores políticos a la constructora OAS.
Lula tiene más de media docena de causas aún abiertas sin juzgar. El político en repetidas ocasiones ha negado la propiedad del departamento y la Fiscalía no logró documentos que lo prueben, pero declaraciones de ejecutivos de OAS y la aprobación de los planos de la remodelación del departamento, por parte de la esposa fallecida del político, prueban lo contrario. Al respecto en un tuit, el exmandatario, quien encabeza las encuestas para la elección, dijo que “nadie es dueño de algo que no tiene. Dicen que es mi departamento, pero no lo tengo. No puedo dejar que digan que poseo algo que no es mío y lucho en mi defensa”.
“Nadie es dueño de algo que no tiene. Dicen que es mi departamento, pero no lo tengo”
LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA Expresidente de Brasil