PONE TRIBUNAL DE BRASIL A LULA CON UN PIE EN LA CÁRCEL.
Con 6 votos contra 5 los magistrados lo inhabilitaron, además, para la elección
El exmandatario no será detenido hasta que el juez Sergio Moro firme la orden
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva perdió la batalla legal y fue enviado a prisión por el Supremo Tribunal Federal (STF) que ayer rechazó, por mayoría en cardiaca votación de 6 a 5, el recurso de habeas corpus que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) interpuso en el proceso en su contra por corrupción.
Bajo un amplio despliegue de seguridad, los 11 jueces discutieron hasta después de media noche el destino de Lula, quien tras el fallo queda inhabilitado para competir por la presidencia en las elecciones del 7 de octubre, pese a ser el favorito en todas las encuestas de opinión. Los magistrados Edson Fachin, Alexandre de Moraes, Luis Roberto Barroso, Rosa Weber, Luiz Fux y Carmen Lucía Antunes Rocha votaron a favor de mantener la jurisprudencia actual -establecida en 2016- por la cual una persona condenada en segunda instancia debe empezar a cumplir su pena de reclusión. En el caso de Lula, serán 12 años y un mes, en cuanto se dé la orden de detención.
Se daba por descontado el apoyo a esta postura del juez Luiz Fux y de la presidenta de la Corte, Carmen Lucía, quienes ya habían revelado su intención de negar el habeas corpus al exmandatario. La gran incógnita del día era cómo votaría Weber, quien finalmente se expresó en contra de conceder el recurso y definió así una mayoría. Desde la sede del PT, donde siguió la votación, rodeado de cientos de seguidores, el exmandatario aseguró, tras conocer el fallo, que a partir de ahora “si me detienen seré un héroe, si me matan, seré un mártir y si me dejan libre, seré presidente”. A partir de hoy, la defensa de Lula tiene 10 días para interponer otro pedido de habeas corpus, el cual es considerado como un trámite sin futuro.
Una vez que se terminen de definir algunos detalles administrativos del proceso, que pueden demorar algunos días, la orden de detención de Lula deberá ser firmada por el juez federal de primera instancia Sergio Moro, quien en julio de 2017, en el marco de la Operación Lava Jato, halló culpable a Lula de corrupción y lavado de dinero por haber recibido de la constructora OAS un departamento como soborno en especie a cambio de jugosos contratos con la estatal Petrobras. El exmandatario apeló el fallo, pero el 24 de enero, un Tribunal Regional Federal en Porto Alegre ratificó la sentencia y extendió la pena original de nueve años y medio de prisión a 12 años y un mes. Fue entonces que los abogados de Lula interpusieron ante el STF el habeas corpus preventivo, que ayer le negaron.
La decisión del STF pone en aprietos al PT, que ha insistido en que presentará a Lula como candidato para las elecciones esté libre o preso; en libertad podría hacer campaña y buscar más respaldo popular, pero ahora esa opción se evapora ya que la legislación electoral -a través de la llamada Ley de Ficha Limpia- no permite que una persona condenada sea candidata a un cargo electivo e inhabilitaría su registro.
El PT ha dicho que pediría al Tribunal Superior Electoral una excepción y acepte su candidatura mientras se resuelven las apelaciones a la condena.