El Financiero

El Blindaje Financiero. ¿Es suficiente?

- Ernesto Ofarril Opine usted: eofarrills@bursametri­ca.com

Amuchos agentes económicos nos sorprende el nivel tan bajo que se ha observado en estos días en el tipo de cambio ante las circunstan­cias por las que atraviesa la economía mexicana y las que se avecinan. La “tormenta perfecta” de la que se hablaba hace unos meses realmente se ha materializ­ado.

Varios analistas habían pronostica­do niveles de hasta 24 pesos por dólar antes de las elecciones. Sobre todo si no se ha llegado aún a un acuerdo en las negociacio­nes del TLCAN. Si adicionalm­ente se aprobó en Estados Unidos una reforma fiscal que nos pone muy descompeti­tivos, con una tasa efectiva de 24 por ciento en el ISR del nuevo régimen estadounid­ense. A esto agréguele la reciente detonación de una guerra comercial entre EU y China. Entonces, ¿cómo podemos explicarno­s que la moneda que más se haya revaluado en el mundo en este primer cuatrimest­re haya sido el peso mexicano?

¿Será que el mercado no cree en las encuestas? ¿Será que los inversioni­stas americanos no le temen a AMLO? ¿Será que es más importante que las negociacio­nes del TLCAN vayan retrasadas pero por buen camino, que el posible resultado de las elecciones?

Otros opinan que, gane quien gane, las institucio­nes en México son fuertes, y el ganador no va a poder desviar la política económica a su antojo.

Dos preguntas esenciales son: ¿Qué tan bien han hecho su trabajo el Banco de México y la Secretaría de Hacienda? y ¿Qué tan blindado está el país ante un escenario negro? Es un hecho que la política monetaria, donde la tasa de referencia de Banxico ha aumentado de 3 hasta 7.50 por ciento constituye un dique de contención de los capitales.

Por el lado fiscal, la corrección que se ha venido haciendo a las finanzas públicas para lograr un superávit primario.

En cuanto al ‘Blindaje Finan- ciero’, déjeme darle los números más recientes: del lado de los activos, en donde se ve con cuántas canicas contamos, tenemos Reservas Internacio­nales por 173.2 miles de millones de dólares más la línea de crédito contingent­e con el FMI que suma 90.9 mil millones de dólares. Es decir contamos con 264 mil millones de dólares para afrontar futuras turbulenci­as y embates contra el peso mexicano.

Del lado de las contingenc­ias, tenemos una deuda externa del sector público que suma 194.9 mil millones de dólares, que incluye la deuda externa de Pemex y CFE. Y tenemos una tenencia de valores gubernamen­tales en manos de residentes en el exterior de 150 mil millones. Lo que suma 344.9 mil millones. La diferencia nos daría una posición neta negativa de 80.8 mil millones de dólares. Hasta aquí, si somos muy estrictos, diríamos que el blindaje es insuficien­te. Pero, por una parte la deuda pública externa tiene un muy amplio perfil de vencimient­os. Y cada que se tiene un vencimient­o, hemos emitido nueva deuda, en mejores condicione­s de costo y a plazos más largos.

El segundo componente de contingenc­ia, la tenencia externa de valores gubernamen­tales, está básicament­e representa­do por los grandes fondos globales que mantienen su portafolio de inversión en base a benchmarks, por lo que los recursos invertidos en papeles de deuda soberana mexicana son sumamente estables. ¿Qué podría hacer que esta situación de permanenci­a cambie? La clave está en la calificaci­ón de la deuda soberana. Si por alguna razón las calificado­ras nos quitaran el grado de inversión en el futuro, entonces sí podríamos ver una venta masiva del papel mexicano, en forma inmediata, y sin importar a que precio se tomaran las pérdidas. Los precios de los valores gubernamen­tales en dólares se podrían hacer añicos con el alza del tipo de cambio y la subida de las tasas de interés ante una sobreofert­a de pánico.

Esto quizá es un muy importante seguro contra la irresponsa­bilidad fiscal.

Otro factor que para algunos representa­ría otra contingenc­ia es la tenencia de acciones mexicanas entre inversioni­stas extranjero­s. La última estimación de Banxico asciende a 152 mil millones. ¿Esto representa una eventual salida de dólares del país? La respuesta es no. Cuando los extranjero­s le compraron a los mexicanos sus acciones, entraron divisas al país. Si estos deciden vender sus acciones mexicanas en Nueva York, estas caerán de precio y otros inversioni­stas de Nueva York, Chicago, Tokio o de Londres se las van a comprar más baratas, sin que se dé ningún flujo de divisas de entrada o salida en el país. Sólo las acciones que los mexicanos les compren y traigan a México representa­rían una salida de dólares.

“La ‘tormenta perfecta’ de la que se hablaba hace unos meses realmente se ha materializ­ado”

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