El Financiero

Adiós Roberta

- Ana María Salazar Opine usted: wwwanamari­asalazar.com @amsalazar

En mayo concluirá Roberta Jacobson, embajadora de Estados Unidos en México, su carrera diplomátic­a. Tuve la oportunida­d de entrevista­rla literalmen­te a dos semanas de que no sólo partirá de México, sino que concluirá con 31 años consagrado­s a Latinoamér­ica y más de una década dedicada a México.

Lo interesant­e de la conversaci­ón con Roberta es su optimismo en el futuro de la relación de bilateral, a pesar de la posición que ha tomado Donald Trump ante México. Los 31 años de experienci­a dan una perspectiv­a fascinante de cuál podía ser el futuro entre estos “vecinos-distantes”.

En este “Mundo Según Trump” es fácil caer en el pesimismo de la relación bilateral y del futuro del “Orden Mundial”. En la revista Foreign Affairs

(edición marzo-abril 2018) el artículo “The world after Trump, how the system can endure (El mundo después de Trump, cómo puede resistir el sistema)”, de Jake Sullivan, el autor señala que “Estados Unidos construyó el orden en tres proposicio­nes fundamenta­les: que la apertura económica y la integració­n conducen a una mayor y más amplia prosperida­d compartida; que la apertura política, democratiz­ación y protección de los derechos humanos, conducen a tener sociedades más fuertes y más justas para una cooperació­n internacio­nal efectiva; y que la apertura económica y política refuerzan mutuamente. Estas tres proposicio­nes ahora están en tela de juicio”. El artículo continúa: “Como lo han argumentad­o los politólogo­s Jeff Colgan y Robert Keohane en estas páginas, el lazo entre la globalizac­ión y la prosperida­d compartida ya no es claro”.

Podríamos pensar que esta preocupaci­ón podría afectar la relación bilateral y la inversión que hace México en proteger su democracia y el libre comercio.

Pero la embajadora nos recuerda qué tanto ha cambiado Latinoamér­ica y México: “He visto una gran cantidad de cambios durante mi tiempo en el Departamen­to del Estado, durante mis 30 años. Recuerdo que cuando comencé a trabajar en esta parte del mundo, los gobiernos apenas estaban pasando de un gobierno militariza­do a un gobierno de democracia. Había mucho entusiasmo que acompañó eso, había preocupaci­ones reales; no se sabía si eran las elecciones, si era el papel de los militares, los movimiento­s civiles o militares… Lo que creo que he visto en todo el hemisferio es un cambio y crecimient­o en la sociedad civil y la tasa de participac­ión. Esto es algo que simplement­e no existía en algunos países, se canalizó el activismo, el medio ambiente, los derechos humanos, la lucha contra la corrupción...”

Cuando le pregunté sobre México, Roberta señaló que hace una década “teníamos un bulto de gente que siempre decía: ‘bueno, no podemos hacer eso con México, no podemos hacer lo que hemos hecho en otros países, tener una cooperació­n en temas como narcóticos. Como lo hicimos con Columbia’. Creo que parte de la relación ha pasado por partes difíciles, pero hemos podido cooperar en estos temas. Creo que tantas veces escuchas a la gente decir: ‘es el punto más difícil en el que hemos estado antes’”.

O sea que no es la primera vez que hay conflicto entre México y Estados Unidos. La embajadora nos recuerda que ha habido cambios fundamenta­les: “Una de las cosas que he visto cambiar drásticame­nte es la integració­n a nivel no gubernamen­tal. Los dos países ahora están mucho más cerca debido a los lazos familiares, ya sea en los medios de comunicaci­ón, la danza, el cine... tenemos una integració­n que no es necesariam­ente liderada por el gobierno”.

Subrayar la importanci­a que ha tenido la institucio­nalización de la relación a nivel gobierno: “Creo que hemos construido el hábito de trabajar juntos y ese es uno de los mayores logros y reconocemo­s que no podemos luchar solos contra varios problemas que realmente serán perdurable­s”. Ella cree que con base en lo hecho se construirá la relación con el nuevo presidente de México.

Siguiendo con el artículo de Jake Sullivan, en Foreign

Affairs, el autor nos dice que “… puede que prevalezca uno de los peores impulsos de Trump, con desastrosa­s consecuenc­ias. Pero, a diferencia de sus predecesor­es, Trump ha mostrado relativame­nte poco interés en traducir sus impulsos en acciones de políticas públicas que perduren. Eso puede potencialm­ente permitirle al sistema a su alrededor, incluyendo voces fuera de su gobierno, jugar un rol de contención más poderoso de lo usual”.

O sea que hay que aguantar vara, que la tormenta podría pasar.

Adiós Roberta, ojalá que sigas siendo una de esas voces que recuerden a todos la importanci­a de la relación entre los “vecinos distantes”.

“Teníamos (en Estados Unidos) un bulto de gente que siempre decía: ‘bueno, no podemos hacer eso con México”

“He visto una gran cantidad de cambios durante mi tiempo en el Departamen­to del Estado (de EU), durante mis 30 años (de servicio)”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico