CUMBRE HISTÓRICA DE LAS DOS COREAS
Los líderes de las dos Coreas, Kim Jong-un y Moon Jae-in, se dieron la mano en la frontera antes de sentarse a negociar
LOS LÍDERES
COREANOS, KIM JONG-UN –DEL NORTE– Y MOON JAE-IN –DEL SUR–, SE DIERON LA MANO EN LA LÍNEA FRONTERIZA DE AMBAS NACIONES PARA COMENZAR UNA NUEVA ERA, QUE PONE FIN A 65 AÑOS DE CONSTANTE ENFRENTAMIENTO.
El encuentro termina con 65 años de constante enfrentamiento
Cruzando a pie la frontera que divide a las dos Coreas en pleno Paralelo 38, Kim Jong-un se convirtió en el primer líder del Norte que pisa el Sur, en 65 años. Allí, lo esperaba su homólogo, Moon Jae-in, para celebrar una cumbre histórica después de años y años de tensión militar y provocaciones constantes.
“Estoy feliz de conocerlo”, le dijo el presidente surcoreano a Kim al recibirlo. Los dos líderes sonrieron, se saludaron y luego Kim hizo un gesto a Moon para que cruzaran a Corea del Norte brevemente. Hicieron pocos pasos y luego regresaron al Sur, tomados de la mano.
“Una nueva historia comienza ahora”, escribió el líder norcoreano en el libro de visitas distinguidas. Tras el fuerte apretón de manos, una imagen largamente esperada por su fuerte simbolismo, justo en la línea que separa a las dos naciones, ambos líderes se encaminaron a la adyacente Casa de la Paz, un edificio del complejo militar de Panmunjom, donde se firmó el armisticio de 1953 y regularmente se reúnen las familias de ambos lados, que fue remodelado para la ocasión.
Cuidando hasta el más mínimo detalle, Corea del Sur preparó el histórico encuentro para escenificar el deshielo de los últimos meses con el Norte. Algo impensable hace apenas medio año y que ha sido posible gracias a los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en febrero en PyeongChang, a los que asistieron la hermana de Kim, y un equipo del Norte que desfiló con el del Sur bajo la bandera de la reunificación.
Kim Yo-jong, que actuó entonces como emisaria, formó parte de la delegación de nueve personas que acompañó ayer su hermano. Por su parte, Moon Jae-in acudió con cinco altos cargos de su administración, entre ellos los ministros de Defensa, Asuntos Exteriores y Unificación, como testigos de la firma de una serie de acuerdos, cuyo contenido se difundirá hasta hoy, pero que se prevé incluyan el compromiso de Kim para parar sus ensayos nucleares en pro de buscar la paz entre ambas naciones, técnicamente en guerra desde hace ya 65 años. Se trató de la tercera cumbre entre presidentes de las dos Coreas, después de los dos encuentros que se celebraron en Pyongyang en 2000 y en 2007. Después de esta cumbre, Kim Jong-un se reunirá con el presidente estadounidense, Donald Trump a finales de mayo o principios de junio.