¿Cómo enfrentar el fantasma del desempleo?
En la entrega anterior hablaba sobre algunos elementos básicos de finanzas personales para quienes se introducen por primera vez en el mercado laboral. Por desgracia, el aparato productivo es insuficiente para dar cabida a todos los que buscan una plaza y el desempleo se convierte en una realidad para los jóvenes. ¿Cómo hacerle frente desde una perspectiva económica?
1.- El trabajo es un servicio y el mercado fija el precio y la cantidad de personas a contratar. Por tanto, dependiendo de la utilidad para las empresas, existirán más o menos oportunidades. De ahí la importancia de adquirir experiencia y preparación para generar mayor valor y demanda, además de conocer los requerimientos del sector.
2.- Somos “tomadores de precios”, es decir, las compañías tienen tabuladores del nivel en el que se incursiona. Es deseable saber cuáles son esos montos porque si el candidato pretende algo muy superior, es probable que no encuentre opciones o el tiempo de búsqueda se alargue. 3.- ¿Qué expectativas hay sobre las cualidades de los aspirantes? Al tener una idea sobre el prototipo de persona que se espera para el puesto, es posible proyectarlo a través de la presentación y el diseño del resumen de vida.
Por ejemplo, si se quiere una plaza de ejecutivo de ventas sería bueno mostrar facilidad de comunicación y soltura; en tanto, si la posición es en una institución bancaria, hay que ser formal.
4.- Habrá de valorarse desde una perspectiva financiera cuánto tiempo está uno dispuesto a buscar trabajo y llegada esa fecha tomar una actividad que aunque esté lejos de ser lo óptimo permita contar con un ingreso mínimo. Adicionalmente, un lapso largo sin ocupación se vuelve un factor negativo de imagen. No se trata de rendirse, sino de emplearse de manera estratégica para evitar un apuro económico que lleve a medidas desesperadas. Claro, se debe tener cuidado porque las compañías aprecian también la permanencia de los trabajadores. 5.- Hoy cada vez más empresas contratan por las actitudes y están de acuerdo en formar a quienes entran.
La profesión, en ocasiones, es una etiqueta limitante para algunos puestos. Abre la mente para pensar en qué y dónde es factible colaborar, aunque se aleje de lo que estudiaste.
Al entender el mercado, es posible determinar el área en la cual conviene capacitarse o adquirir experiencia para seguir ganando posiciones y diferenciarse de los demás.