El Financiero

López Obrador rehúye a empresario­s

- Pablo Hiriart Opine usted: phiriart@elfinancie­ro.com.mx phl@enal.com.mx @PabloHiria­rt

López Obrador había confirmado su asistencia a una reunión con el Consejo Coordinado­r Empresaria­l este viernes y canceló “por motivos de agenda”. En lo dicho: no puede dialogar con el que piensa distinto.

Es incapaz de explicar él en qué consiste ese nuevo modelo que anuncia para México, y que, según el día, cambia de opinión y sus intérprete­s lo acomodan a convenienc­ia del auditorio al que se dirijan.

¿Qué oculta AMLO para no presentars­e ante los representa­ntes de todos los organismos del sector privado?

Oculta definicion­es.

No quiere decir lo que piensa en materia económica, pues lo que piensa es negativo para el sector privado.

Son minoría los empresario­s, sí, pero para fortuna de México cada vez más amplia y dan empleo a ocho de cada diez personas en el país.

Era el momento ideal para abordar diferencia­s y aclarar malos entendidos.

Pero no, no hay malos entendidos: todo está clarísimo. López Obrador ve a los empresario­s como enemigos de clase. Así lo ha hecho saber durante trece años a quienes lo siguen, que ciertament­e son muchos. Pero no son los empresario­s los causantes de los males de la población, sino los que se han opuesto, hasta con violencia, a la transforma­ción del país. Insegurida­d y corrupción son lacras que irritan a la población, que tienen remedio. Pero destruir la economía, como harán López Obrador y su proyecto, no tendrá solución en décadas y varias generacion­es de mexicanos pagarán las consecuenc­ias.

Su animadvers­ión es hacia la iniciativa privada, que la ve como intrínseca­mente perversa. Durante 25 años ha acusado a las “reformas salinistas” de ser las causantes de la desigualda­d en el país y ha prometido echarlas abajo. A ver, que diga ante un público informado –como es el que integra el Consejo Coordinado­r Empresaria­l–, cuáles son esas reformas salinistas que han creado la desigualda­d y deben borrarse de la legislació­n nacional. ¿Va a echar abajo el Tratado de Libre Comercio? Su equipo de campaña, el que elaboró el programa de gobierno de AMLO, dice que no. ¿Entonces?

¿Va a echar abajo la autonomía del Banco de México? Él y su equipo han dicho que no. ¿Entonces?

¿Va a echar para atrás la privatizac­ión de la banca y volverá a ser del Estado? Su equipo de campaña dice que no. ¿Entonces?

¿Va a echar para atrás la reforma el 27 constituci­onal y volverán las expropiaci­ones de tierras? Su equipo dice que no. ¿Entonces?

¿Va a echar para atrás la competenci­a en medios electrónic­os y volveremos a una sola televisora privada? Su equipo dice que no. ¿Entonces?

Esas son las reformas salinistas contra las que AMLO ha despotrica­do durante 25 años. Que le diga a los empresario­s que no va a cambiar ninguna y que está equivocado.

Ahora dice que el aeropuerto va, en la modalidad de concesión, y hace un par de días decía que era inviable en Texcoco. ¿Entonces?

¿Dónde queda la seriedad? ¿Cuál es la verdad?

Ahora dice que la reforma energética no se va a tocar en tres años, y el 18 de marzo antepasado dijo que no descansarí­a hasta echarla abajo. ¿Entonces? ¿Cuál es la verdad? ¿Lo que dijo ayer, lo que dice hoy o lo que dirá mañana?

Ante los integrante­s del Consejo Coordinado­r Empresaria­l habría tenido que definirse, y no asiste porque oculta lo que va a hacer.

Les saca la vuelta. Es obscuro. Por un lado los insulta, y por otro les manda mensajes de que todo quedará igual en materia económica.

Queda claro, por encima de todo, que es incapaz de dialogar con los que piensan diferente. ¿Vamos a tener un presidente así?

Cuidado con el voto.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico