El PRI en la Ibero
Extraordinario foro resultan las universidades privadas, tanto para los candidatos presidenciales, como para los aspirantes a la Jefatura de Gobierno a la Ciudad de México. Muy atrás han quedado aquellos tiempos donde no sólo estaban prohibidos los espacios escolares para cualquier candidato político, sino que prácticamente estaban vetados para toda actividad partidista.
Hoy, bajo la premisa del voto informado, las puertas de las universidades se han abierto para la reflexión y el contraste de ideas entre los diferentes abanderados, por un lado; y por otro, para que los jóvenes se interesen en los temas del país, de sus colonias, de sus comunidades, y en general para que conozcan o aporten a las políticas públicas que están en vía de construcción en el marco del proceso electoral en ciernes.
En el caso de la Ibero existe cierto estigma entre la comunidad estudiantil y académica, y también entre los diversos partidos y sus abanderados por lo ocurrido hace seis años con el candidato Enrique Peña Nieto, quien en ese entonces, al término de su exposición, prefirió evitar una confrontación con alumnos, quienes –entre gritos y pancartas en contra– lo esperaban a la salida del auditorio, decisión que derivó en una campaña mediática brutal, al grado de poner en riesgo su triunfo con el surgimiento de un movimiento estudiantil #YoSoy132. Es cierto, desde entonces, que quienes pisan cualquier campus universitario en tiempos electorales lo piensan dos veces. Pero también es cierto que las universidades son cada vez, con más frecuencia, un espacio obligado de visita para quienes aspiran a un cargo de elección, porque los jóvenes son un sector importante para las aspiraciones de cualquier político, y entre mayor acercamiento e información les puedan brindar, en esa medida estarán enviando un mensaje de la importancia que para ellos representan quienes muchas veces se les ha identificado con la apatía o el desinterés por las cosas públicas. Se desconoce si el estigma del que hablamos influyó en la decisión de los presidenciables AMLO y Meade para declinar la invitación, lo cierto es que en el caso del candidato Anaya, este sí acudió y salió airoso.
En cuanto a los candidatos a la Ciudad de México, acudieron los siete. Y la diferencia entre una y otra presentación se notó por el trato que los estudiantes de la Ibero dieron al candidato de sus preferencias, ya que Claudia como Alejandra estuvieron acuerpadas por simpatizantes, mientras que Mikel causó revuelo y al contrario de lo que hizo Peña, el optó por salir por la puerta principal y soportar estoicamente los insultos y arengas en su contra.
Así, mientras que dentro del auditorio Sheinbaum hizo un llamado a la reconciliación nacional después del 1 de julio, afuera sus huestes preparaban cartulinas contra Mikel y se aprestaban a injuriarlo. Adentro se escuchó a Claudia decir que toda la información del Rébsamen fue pública, lo cual es falso, y que en su gestión en Tlalpan actuó conforme a derecho para impedir la construcción del cuarto piso, otra falsedad.
Las mentiras de Claudia no importaron. En la Ibero, como en cualquier otro centro universitario, los estudiantes también han tomado partido, lo cual está bien, pero sus actitudes hostiles dejan un mal sabor de boca a una mayoría de estudiantes que no comulgan con actitudes de confrontación física o verbal, pues en este caso lo que la mayoría busca es fortalecer la cultura democrática y el respeto. Y en ese contexto, muchos se siguen preguntando: ¿Por qué la hostilidad contra Mikel?
Como sea, el estigma del #YoSoy132 ha sido superado por los políticos, y es bueno saber que la prudencia y la tolerancia ganan terreno en los foros universitarios, aunque queda claro que nunca faltan los provocadores.