¿Cuánto durará?
La denuncia ante la Procuraduría General de la República interpuesta por el panista Ernesto Cordero al candidato panista a la Presidencia de la República, acusándolo de presunto lavado de dinero y tráfico de influencias, me ha hecho pensar que en nuestra política la única tradición ideológica que siguen es la de sus intereses. Ayer platicaba con el columnista Salvador García Soto de cómo este último par de años nos ha demostrado que en México llegar al límite de la corrupción, el cinismo y la desconfianza ha trastocado el panorama político, es cuestión de que demos unos pasos para atrás y revisar figura por figura para darnos cuenta que cada uno ha desconocido, traicionado o de plano se ha olvidado de lo que fue, de los que lo rodearon, apoyaron y juraron fidelidad política. La lista es interminable, de pronto Ricardo Anaya no soporta