Acabar con el estigma del suicidio
La Organización Mundial de la Salud considera el suicidio como un problema de salud pública, asociado a problemas de salud mental, consumo de sustancias y una combinación de factores biopsicosociales. Sobra decir que las personas deben pedir ayuda si la pérdida del sentido de vivir se vuelve cotidiana y se convierte en un plan para desaparecer.
El pasado viernes 8, Anthony Bourdain, el entrañable embajador de la comida, se suicidó. Fue un modelo de empatía y gozo hacia lo “exótico”, en un mundo con miedo creciente a las minorías, a los diferentes, a los migrantes, a los desplazados. Tuvo una vida marcada por la oscuridad y así lo contó en su libro Kitchen confidential. Una juventud dominada por el enojo, el uso de drogas duras y otras conductas autodestructivas. Sus padres se divorciaron cuando era muy joven, estuvo casado 20 años con su novia de la preparatoria y enfrentó un segundo divorcio en 2016. Le sobrevive una hija de 11 años. Logró mantenerse con vida hasta los 61 años. Su legado es extraordinario.
La forma en la que se habla de esta muerte puede ser útil para abrir conversaciones honestas y constructivas sobre el tema o servir para perpetuar el estigma del suicida. Los medios enfatizaron antecedentes de depresión y de uso de sustancias como posibles causas, que aunque sí están asociadas, no son suficiente para entender las razones de un suicidio. Frente a una muerte trágica la primera pregunta es porqué, aunque es la más inútil para elaborar un duelo. La mezcla exacta de impulsos y emociones del suicida es un misterio. Asociar el suicidio a la enfermedad mental puede llevar al silencio a alguien deprimido porque podría ser tratado como un suicida en potencia. La enfermedad mental no es un continuo cuyo final es la muerte. Algunos factores de riesgo asociados a suicidio: relaciones personales complicadas, uso de sustancias, problemas de salud, laborales o financieros, depresión, historia familiar de suicidio, maltrato infantil, intentos suicidas previos, historia de trastornos mentales, pérdidas recientes (muertes), hablar de suicidarse, de sentirse desesperado o atrapado o una carga para los otros, aumento en el uso de alcohol y drogas, y aislamiento de actividades sociales. Alguien puede comenzar a sentirse cómodo con la idea de hacerse daño (altos umbrales de dolor y también frente a la violencia y la sangre). Cualquier forma de autolesión es algo para tomarse en serio. Ver que la vida es maravillosa, pero ser incapaz de sentirlo, descripción de periodos de oscuridad, irritabilidad.