COLOMBIA REVIVE Y LOS INGLESES PASAN A LOS OCTAVOS.
MUNDIAL RUSIA 2018
El futbol tiene sus costumbres: una de ellas es monárquica. Se imponen, de vez en cuando, los abolengos, las alcurnias. Al minuto 78 de un partido desnivelado en todos sectores, Felipe Baloy marcó historia, por extraño que parezca. Con el partido cantado para Inglaterra, el astro se convirtió en el primer anotador para Panamá en su incipiente historia mundialista. Hernán Darío Gómez, el míster del debutante, había repetido durante la semana que eran probables las goleadas en contra, pero en un descuido los suyos podrían complicar el esquema a cualquiera de sus rivales. No. No ha pasado. Ayer los ingleses se empacharon con seis tantos (tres de Kane (22’, 45’+1, 62’), la nueva voz contante de la tabla de goleadores, con cinco) para asegurar su pase a los octavos de final de un certamen en el que las sopresas se han convertido en normalidad.
Inglaterra arribó a Rusia con media facha de favorita. Y le ha quedado bien esa camiseta. Batalló ante Túnez en el estreno, pero ayer, sin rival, saltó a la cancha para boxear a la sobra. La diferencia de goles le parece cómoda a un cuadro que se ha empeñado desde hace cuatro años en volver a la esencia del juego y de su estilo: desbordes y remates de cabeza. Dinámicos, los británicos -sin hablar demasiado- van haciendo su lucha para colocarse en la siguiente ronda sin sudar demasiado la camiseta. Ciudad de Panamá se rindió ante el tanto de Baloy sin mirar mucho al contrario. Hace seis años, el futbol era impropio en el país de grandes peloteros de beisbol. Asumió su primera visita a la fase final de la Copa del Mundo con más humildad y repeto que con atrevimientos. La nota no fue la goleada inglesa; fue la determinación panameña.