¿Cómo afecta el papel del Estado a mi bolsillo?
Es un hecho, la globalización y la apertura comercial han sido incapaces de solucionar los problemas económicos del mundo y particularmente en México, donde se reporta un avance de la pobreza. Cerca de la mitad de la población del país sufre de falta de recursos para cubrir sus necesidades básicas y el resto batalla para construir un patrimonio que les permita garantizar un futuro de estabilidad financiera para sus familias.
Quien sea el próximo Presidente habrá de revisar el papel del Estado. A pesar de la inserción del país en el concierto internacional, la producción sigue creciendo a tasas inferiores a las requeridas para darle empleo a todos los jóvenes que se incorporan al ámbito laboral.
La postura de Trump es una buena lección del costo de concentrar el comercio con una sola nación y basar la competitividad en el abaratamiento de la mano de obra. Un punto central es la diversificación del mercado externo y la incursión en sectores en donde el valor agregado impulse un aumento de los salarios. De las tres funciones que tiene el Estado por naturaleza, ha disminuido en forma sensible su actuación directa en la operación, lo cual tiene sentido porque el gobierno ha sido ineficiente para conducir la empresa pública; genera una alta burocracia, baja productividad y termina con un alto grado de corrupción. El Estado se ha enfocado en su papel rector, dictando normas y dejando al mercado decidir el rumbo, cuando sabemos que no todas los designios de la oferta y la demanda son eficientes y equitativos.
La nueva administración debe tener una visión de promoción, otorgando incentivos para que personas y negocios se dirijan hacia actividades y áreas geográficas en donde sea posible reducir los índices de marginalidad. Desde hace décadas, la estrategia industrial ha sido “la no estrategia industrial”. Es primordial retomar la planeación para configurar al México que queremos edificar para los siguientes 50 años; de otra manera, el cambio hacia una sociedad más justa se alejará.
Es urgente garantizar el Estado de derecho para abatir la inseguridad, la corrupción y que la justicia se aplique sin distingos. Además que elevar el bienestar de la población es un ingrediente indispensable si se quiere crecer y atraer inversión. Recordemos, el Estado trasciende al Ejecutivo y es responsabilidad también del poder legislativo y judicial. Por eso es importante que en este próximo proceso electoral votemos por quienes creamos sean capaces de acercarnos a ese ideal de conducción económica y política.