SELECCIÓN SUPREMA
PARA ENCONTRAR SU FAVORITO, NO HAY MÁS QUE COMERLOS, Y PARA ELLO, UN CLUB DE QUESOS PUEDE SER SU PUERTA DE ENTRADA A TODO UN MANJAR
Frescos, intensos, suaves, salados o cremosos, la variedad de quesos existentes en el mundo es infinita. Tanto que ni un maestro afinador de quesos se atreve a pronunciar una cifra certera. Basta con mencionar que cada región tiene una receta propia. Leches de cabra, vaca y oveja son las más utilizadas, pero por extraño que parezca, recurrentemente se consumen las mismas tres opciones. Romper con esa regla y abrir un abanico de diversidad y sabor es el objetivo del fundador del Cheese Club Sabor y Carácter, el francés radicado en México, Olivier Bert. “Manchego español, queso azul y brie o camembert –muy parecidos en sabor– son los que siempre piden mis clientes mexicanos. El club nació con la idea de ofrecer variedades distintas y acercarlas de una manera amable al consumidor”, cuenta Bert. Para desempeñar su tarea hace falta devorar textos gastronómicos –no existe la carrera como tal–, pero lo más importante es viajar, probar y
conocer los procesos completos de las variedades más conocidas; además de investigar humedades y temperaturas y saber cómo se fusionan sus principales componentes: lactosa, grasa y caseína.
El galo, quien vive en el país desde hace seis años, ideó una forma simple de promover distintos estilos de buen queso con una tienda de especialidades y un cheese club con membresías de tres, seis y 12 meses. Lo único que se tiene que hacer es seleccionar la periodicidad y recibir en casa cada mes tres opciones distintas, que llegan con fichas en las que se explica su procedencia y recomendaciones de maridaje. Además, hay invitaciones a eventos como catas y cenas.
“La mejor recomendación es probar y compartir con amigos. El queso es como los vinos, entre más se come uno puede encontrar su favorito, sólo hace falta disposición”, agrega.