Volumen de negociación, en máximos
La complacencia, que alguna vez fue el sello distintivo de esta racha alcista, ha dado paso a la angustia. Desde bonos basura hasta acciones de mercados emergentes, el volumen de negociaciones del mercado está por las nubes, alcanzando máximos de varios años. Dentro del Índice S&P 500, los inversionistas negociaron más de 2.9 billones de dólares en acciones en cada uno de los últimos dos trimestres, una cifra que no se lograba desde principios de 2008.
La creciente incertidumbre — desde la política monetaria y el proteccionismo hasta los quiebres en la historia del crecimiento sincronizado— ha estimulado una mayor negociación de todo tipo de activos. “El volumen de negociaciones del mercado tiende a ser alto cuando la incertidumbre es alta, ya que los inversionistas institucionales tienden a reorganizar sus carteras”, escribieron en una nota el mes pasado estrategas de JPMorgan Chase, incluido Nikolaos Panigirtzoglou. “Las revisiones de crecimiento negativas junto con los riesgos políticos y de política monetaria, incluida la crisis italiana y los riesgos de una guerra comercial, están generando mucha más incertidumbre este año en relación con el año pasado”. Es una historia similar para los activos de países en desarrollo a merced de un fortalecimiento del dólar estadounidense y las tensiones comerciales. El volumen del índice MSCI Emerging Market llegó a 1.9 billones de dólares en los tres meses hasta junio, su mayor nivel desde 1998 cuando una ola de devaluaciones de divisas e incumplimientos arrasó con economías emergentes desde Tailandia hasta Rusia.
Otros títulos también han tenido movimientos. La negociación de ETF aumenta durante eventos macroeconómicos importantes.