Hablemos de paz
Hablemos de paz. Para eso hay que escuchar a Loretta Ortiz, la responsable de coordinar el proceso de pacificación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, una abogada de profesión que, de acuerdo con sus propias palabras, “ha estado siempre preocupada por el derecho de acceso a la justicia, por los derechos humanos y conocedora de la justicia transicional”.
Ortiz así define lo que queremos alcanzar: “La paz en este momento es la ausencia de violencia, y, como lo ha dicho Andrés Manuel López Obrador, hay que atender las causas, no tendremos paz sin resolver los problemas de pobreza, de dar un mejor estándar de vida a los mexicanos que no tienen oportunidades de acceder a sus derechos fundamentales”.
La primera etapa de pacificación de este país incluye la realización de Foros Nacionales para escuchar a víctimas, especialistas, autoridades, a todos los actores que forman parte del problema y la solución. Iniciarán el próximo 7 de agosto, en Ciudad Juárez, y terminarán la última semana de octubre. Para participar se creará un portal de Internet donde deberán registrarse los interesados para tener un control del aforo –la página estará lista en tres semanas. Hasta el momento se tienen contemplados 40 puntos distintos del país, 40 ciudades que son consideradas foco rojo en el tema de violencia. Loretta Ortiz señala que “la intención es hacer foros de consulta para que los ciudadanos opinen, las víctimas de desaparición, de ejecución, de delitos sexuales, trata de mujeres y niños, también periodistas violentados, y a raíz de eso obtener los proyectos de ley necesarios para entrar en esa pacificación”. Tal vez una de las palabras más repetidas en la campaña electoral y a la vez más polémicas fue “amnistía”; al menos en esta etapa de planeación ya hay claridad en cuanto a quiénes podrían aspirar a este instrumento jurídico: “En el caso del crimen organizado no se van a amnistiar, bajo ninguna circunstancia, aquellos delitos en los que haya mediado un acto de violencia. Si algún detenido se encuentra fuera de este ámbito entonces sí podrían ser sujetos de una amnistía, esto si se aprueba la ley por el Congreso de la Unión y así resulte de las consultas que se realicen; el proceso de amnistía también incluye firmar un convenio de no repetición de los actos con los amnistiados, es decir, de no actuar en la ilicitud y además de no realizar ningún acto violento. Un ejemplo de quién podría aspirar a esta amnistía son los muchísimos jóvenes que han sido cooptados por el crimen organizado, que son utilizados como mulitas para transportar droga. Ellos no cometen actos violentos, ellos podrían ser un ejemplo de los que podrían optar por una amnistía”, señala Loretta Ortiz.
Ese es el primer paso del gobierno de transición para llegar a la paz… crear foros, sin embargo, esto ya se ha hecho, lo novedoso son los proyectos de ley que resulten de estas exigencias. Ojalá se les dé un cauce legal y una salida que tenga resultados tangibles. “No lo volvamos un show (el problema de las víctimas); esto del Papa ha sido verdaderamente lamentable (…) utilizar al Papa es un show más. La solución del problema no está en el Papa, no está en los foros, está en poner a trabajar lo que ya hemos construido y a ponernos en serio a tomar esto como la agenda de la Nación”, dijo ayer Javier Sicilia durante un foro en El Colegio de México. Así fue su reacción después de que el propio Vaticano negara las afirmaciones del equipo de López Obrador sobre la presencia del papa Francisco en estos encuentros.
Ojalá no se quede en un show, son 10 años de cientos de miles de víctimas que han sido oídas, pero no escuchadas, que se han sabido organizar y que han ido a decenas de foros que no llegan a ninguna parte; están hartos de soluciones superficiales ante un problema que nos ha rebasado. Seguimos en el plano del beneficio de la duda. La transición lleva menos de 20 días, habrá que dejar trabajar al equipo cercano de López Obrador, sin embargo, al menos con el proceso de pacificación, la paciencia será algo fundamental.
“Son 10 años de cientos de miles de víctimas que han sido oídas, pero no escuchadas”
“Están hartos de soluciones superficiales ante un problema que nos ha rebasado”