¿Tomo un crédito hipotecario en la era AMLO?
Una duda frecuente, ante cualquier periodo de incertidumbre, es si es recomendable adquirir un crédito hipotecario. Con regularidad viene de personas que ya lo tienen aprobado o habían decidido iniciar el trámite. Actualmente, con el triunfo de López Obrador, el cuestionamiento vuelve a surgir.
En este espacio comentábamos lo improbable de una crisis de deudores. Sin embargo, si es difícil pronosticar de forma acertada el futuro próximo, es imposible saber cuáles serán las condiciones de las tasas de interés dentro de 10 o 20 años, lapsos en los cuales se establecen las hipotecas.
Por esa razón apliquemos tres reglas básicas para la contratación de un crédito. Las expongo en orden de relevancia.
Primero: Asegurarnos de ser capaces de hacerle frente en el corto plazo, es decir, verificar el flujo de efectivo disponible.
La lógica usada por el banco es que el pago no exceda 30 por ciento del ingreso neto, pero, uno debe ser más exhaustivo y confrontarlo a la luz del presupuesto, sobre todo porque la transacción implica otros gastos como la escrituración, los acabados, los muebles, etcétera.
El riesgo sería caer en un endeudamiento que luego sea complicado liquidar. Segundo: Contar con estabilidad laboral y cuidar la empleabilidad, para cubrir un horizonte de largo plazo.
Analiza qué tan viable es cumplir con los compromisos de deuda a través del tiempo. Habrá de contemplarse aspectos tales como si la pareja estará en posibilidad de seguir aportando, si por la edad podría dificultarse conseguir trabajo o si existe la perspectiva de mejoría salarial en la compañía, entre muchas otras cosas particulares de cada situación.
Tercero: Confirmar que el costo de la operación sea competitivo en el mercado, además de elegir una tasa fija, pues aunque nos ofrezcan algo barato con tasa variable, corremos el riesgo de alzas intempestivas.
Es preferible amarrarlo a un porcentaje que sabemos será el mismo durante la vida del crédito. Revisar la opción de financiamiento que nos da el desarrollador de la obra. Una mínima investigación nos puede proporcionar un ahorro considerable, pues unas cuantas décimas de diferencia en un lapso largo de tiempo significan una gran cantidad de dinero.
Los mexicanos hemos pasado por procesos continuos de cambios de escenarios y crisis recurrentes, debemos seguir tomando decisiones patrimoniales y lo importante es tener la precaución de hacerlo con el menor riesgo.
DANIEL BLANCO
Tras medio año en pausa, el programa de verificación se reanudó en la Ciudad de México el pasado 2 de julio.
Para que no vayas en vano al centro de verificación, considera cuáles son los requisitos para hacer el proceso.
Necesitas: Asistir con cita, tener ambas placas, no presentar adeudos por infracciones en la Ciudad de México ni adeudos en la Tenencia y Uso Vehicular desde el 2005, llevar la tarjeta de circulación y portar la constancia de verificación de 2017.
Si estás próximo a verificar tu auto y no has cumplido con los servicios al pie de la letra, debes considerar con anticipación un che- queo externo para que no pagues 524 pesos de la verificación y te vayas sin el estampado.
“Es cuestión de llevarlo a una revisión con algo de tiempo previo (a la verificación) por si se requiere alguna reparación un poco más profunda, yo diría una o dos semanas antes de llevarlo a verificar”, recomendó Javier Cárdenas, técnico de un taller ubicado en la Colonia del Valle. “También hay que checar la póliza de garantía que trae cada marca, ahí indica que cada 5 mil kilómetros toca cambio de aceite; cada 10 mil, cambio de aceite y rotación de llantas; cada cierto tiempo cambio de filtro de aire de motor y de bujías”, señaló. “Mientras se lleve un mantenimiento correcto del vehículo no se deberían presentar problemas
LOS REQUISITOS