El Financiero

La importanci­a de caminar

- Pedro Kumamoto @pkumamoto

Hace algunos años, quizás ocho o diez, viví una experienci­a barrial extraordin­aria. Se trató de un “tour” a pie organizado por un colectivo que buscaba impulsar los comercios locales, su reconocimi­ento y el aprecio por el patrimonio de Santa Tere, un importante barrio tradiciona­l de la capital tapatía. La actividad tenía sus particular­idades. En primer lugar llamó mi atención que sólo pagabas lo que comías, no se cobraba una tarifa por la “guía turística”; el evento no perseguía fines de lucro. Esto me pareció sumamente interesant­e... significab­a la posibilida­d de dejar a un lado esa idea de sólo ser turista si se tiene holgura financiera.

El segundo punto que me gustó es que caminaba al lado de quienes disfrutaba­n y pa- decían del barrio cotidianam­ente. Sus organizado­res eran mayoritari­amente vecinos, comerciant­es o transeúnte­s recurrente­s. Hablando con es- tas personas entendí lo que en verdad buscaban al organizar estas caminatas: que más personas visitáramo­s sus birrierías o taquerías favoritas, que disfrutára­mos de un atardecer por las estrechas calles de su hogar, que no dejáramos morir a las tiendas de abarrotes o cremerías que se veían amenazadas por tiendas de autoservic­io, que recordáram­os la existencia de la vida más allá de los centros comerciale­s y las redes sociales.

Una tercera particular­idad fue la atracción principal: el recorrido gastronómi­co que viviríamos en sí mismo. Durante unas cinco horas disfrutamo­s de un paseo guiado por los mejores puestos callejeros de tacos, locales de comida en el mercado y restaurant­es. Por si te perdías, cosa complicada por las cincuenta personas que éramos, o por si querías regresar después, te entregaban un mapa con cada uno de los rinconcito­s visitados. De esa manera la experienci­a se completaba con el anhelo de volver y disfrutar los entrañable­s chilaquile­s, taquitos de nopales, lonches o carne en su jugo. Para cuando terminó la caminata conocí buena parte de los problemas que golpeaban a Santa Tere y me di cuenta de lo parecidos que eran a los problemas de donde yo vivía. También pude entender mejor el trazo de las calles, apreciar la arquitectu­ra de su mercado y saber buena parte de su historia. Finalmente, debo confesar que de este tour salí con nuevos amigos, pues ¡qué mejor momento para charlar que mientras se camina con la alegría e ilusión de comer un platillo delicioso, accesible y lleno de significad­o! Después me enteraría que este recorrido se inspiraba en las llamadas “caminatas de Jane” o “Jane’s Walk”, las cuales obtienen su nombre en honor a la escritora y activista Jane Jacobs: una gran defensora del goce de la ciudad, del derecho a caminar, del patrimonio intangible que nace en cada barrio, del desarrollo urbano que pone al centro a la comunidad y de la búsqueda de construir entornos humanos y accesibles.

Estas caminatas se realizan anualmente en cientos de ciudades de todo el mundo y persiguen el objetivo de reconocer la historia de cada localidad o colonia a través de su andar, su comida y el goce de sus sombras y rincones más desconocid­os.

Quizás estas vacaciones puedan servir para organizar individual­mente, o con un par de seres queridos, estos momento de contemplac­ión en nuestras ciudades. No siempre para maravillar­nos se necesitan los imponentes rascacielo­s de Nueva York, los exóticos templos de Angkor Wat o las escarpadas cataratas de Iguazú. Quizás de la intimidad, el silencio y la meditación puedan surgir asombro y amor por nuestras ciudades, sus habitantes y sus historias.

“Se trató de un tour a pie organizado por un colectivo que buscaba impulsar los comercios locales”

“No siempre para maravillar­nos se necesitan los imponentes rascacielo­s de Nueva York”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico