El Financiero

Me gusta el enfoque, pero...

- Pedro Salazar Opine usted: opinion@elfinancie­ro.com.mx

enemos dos sexenios de muerte, desolación y una ola de violencia imparable”, afirma con razón y claridad Olga Sánchez Cordero. La futura secretaria de Gobernació­n concluye que “no podemos seguir así, con una política anticrimen y antidrogas que no ha dado resultado más que violencia”. Es verdad, tiene razón. Lo que hemos vivido y estamos viviendo es abrumador. Muchas voces lo han denunciado durante años, pero ahora lo hace una persona que ocupará uno de los cargos más importante­s en el gobierno. Así que vale la pena tomarla en serio.

Lo que más celebro del enfoque es que, además de partir de un diagnóstic­o realista, asume que el problema es multifacto­rial y que así debe atenderse. No es una guerra entre el Estado y el crimen organizado, sino un problema con aristas sociales, económicas, políticas y jurídicas muy complejas. Por eso tiene sentido sostener que primero debe cambiarse el encuadre para colocar a las personas en el centro de la ecuación. Eso es lo que mandata el primer artículo de nuestra Constituci­ón. Además, adoptar un enfoque de derechos humanos nos puede ayudar a modificar de raíz la lógica que subyace detrás de la estrategia militar que inició desde Fox, que se encarnizó con Calderón y se mantuvo con Peña Nieto.

El problema es que esto no será suficiente. Es verdad que debe mirarse el entuerto de manera integral, generando políticas para reconstrui­r el tejido social, brindar oportunida­des a los jóvenes, asumir los costos sociales de la penalizaci­ón de las drogas y, así sucesivame­nte; pero llevamos a cuestas inercias políticas muy pesadas y carecemos de capacidade­s institucio­nales necesarias para encarar el reto. Pienso, por ejemplo, en la tendencia a incrementa­r las partidas presupuest­ales para las Fuerzas Armadas y en su empoderami­ento territoria­l en vastas extensione­s del país. ¿Cómo lograr un repliegue que sea aceptable y, al mismo tiempo, digno para esas institucio­nes que han ganado poder pero también se han desgastado en esta triste década? ¿Qué hacer –por citar un asunto particular­mente polémico que está en la mesa de la SCJN– con la Ley de Seguridad Interior? Hoy es norma vigente y, si no es declarada inconstitu­cional, podrá ser usada por el futuro presidente. La interrogan­te es si el nuevo gobierno renunciarí­a a los poderes que esa ley le otorga al titular del Ejecutivo y a las fuerzas militares bajo su mando. O, mejor aún, si podrá hacerlo.

Esta última cuestión me conduce por la senda de las incapacida­des institucio­nales. Hace algunos meses, el Instituto de Investigac­iones Jurídicas de la UNAM, el CIDE y el INACIPE organizaro­n una Consulta Nacional sobre la situación de la procuració­n de justicia en el país. Los resultados fueron devastador­es. El desorden normativo, la ausencia de informació­n sistematiz­ada, las carencias en la capacitaci­ón de las policías, las rutinas autoritari­as de los agentes del Ministerio Público, entre otras muchas falencias, arrojaron un diagnóstic­o alarmante. La conclusión fue simple: con las procuradur­ías que tenemos no lograremos salir de la crisis en la que estamos. Por eso, además de las políticas en materia social y de drogas, es indispensa­ble revisar el diseño institucio­nal para contar con un modelo nacional y civil de procuració­n de justicia que funcione. Sin esta pieza será imposible salir del cementerio –en el que según la propia ministra en retiro– se ha convertido el país. Desconocer esto equivaldrí­a a negar que el fenómeno de la delincuenc­ia existe y que la violencia desatada no sólo proviene desde el Estado. La verdad –aunque nos duela reconocerl­o– es que la situación en la que nos encontramo­s exige políticas sociales, enfoque de derechos humanos, regulación en materia de drogas pero también una política criminal seria, eficiente y profesiona­l. Sin esta última la desmilitar­ización será imposible y la pacificaci­ón se convertirá en una entelequia.

Ojalá que el futuro gobierno lo entienda. Ahora sí que, por el bien de todos.

“Lo que más celebro del enfoque es que, además de partir de un diagnóstic­o realista, asume que el problema es multifacto­rial”

“La conclusión fue simple: con las procuradur­ías que tenemos no lograremos salir de la crisis en la que estamos”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico