A PINTARSE de uva
ESTE FIN DE SEMANA EN LAS CERCANÍAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO PUEDE VIVIR LA EXPERIENCIA DE LA VENDIMIA CON PISADO DE VID INCLUIDO. HABRÁ CATAS, DEGUSTACIONES Y CONCIERTOS. ES, PUES, LA FIESTA DE LA TIERRA.
Para los amantes del vino no hay mejor temporada del año que la vendimia. Es sinónimo de fiesta y agradecimiento por la cosecha, y el momento en el que se inicia la elaboración de las nuevas etiquetas. Se convierte en la oportunidad para degustar y ser parte de la tradicional pisada de uva.
Tintarse los pies al aplastar los frutos es una herencia de las culturas antiguas, egipcios y griegos lo instauraron como una manera de moler los frutos para hacer vino, desde entonces se vincula con alegría y convivencia.
En la mayoría de las casas vinícolas ya no se repite la práctica –menos con los pies desnudos- pero danzar sobre las uvas y sentir el mosto que se escurre entre los dedos es una actividad para disfrutarse, y a la que únicamente se tiene acceso en tiempo de vendimia.
En las cercanías de la ciudad hay opciones para experimentarlo, para ello en el corazón de Querétaro, en el municipio de Ezequiel Montes, la Finca Sala Vivé by Freixenet abre sus puertas durante los primeros días del mes entrante.
Esta será la ocasión número 20 en que lo hagan, ya son expertos en la celebración, hace dos décadas recibieron a 500 invitados, hoy festejan durante tres días y se preparan para abrir su casa a 15 mil personas. El programa incluye pisada de uva, catas gurmet, visita a su bodega de 25 metros de profundidad y la asistencia a espectáculos musicales en las cercanías de los viñedos. “Hacemos la broma que esas uvas son para elaborar vino pero nos creen”, comenta, Meritxell Ricarte, directora de relaciones públicas de la marca.
En realidad esos frutos se compran especialmente para la pisada, es uva de la variedad salvador que se adquiere por una característica en particular, su intenso color, pero al concluir el evento se desecha.
Para la ocasión, la vinícola compra alrededor de cuatro toneladas que se ocupan durante los tres días, hecho que se ha convertido en un atractivo turístico más para la fiesta del vino.
“Estamos orgullosos de posicionar a Querétaro como una de las regiones vinícolas más boyantes del país, llegan para visitarnos pero también se benefician otras industrias como la hotelera, de transporte y varios restaurantes”, agrega Lluis Raventós, director y enólogo de la finca.
Para esta edición habrá diversidad de ritmos que amenizarán las tardes, el viernes 3 de agosto se presenta Ricardo Montaner, el sábado 4 lo hace Celso Piña y el domingo 5 corresponde el turno de Aida Cuevas. Hay opciones con transportación ida y vuelta el mismo día saliendo de la CDMX, se incluyen recorrido guiado por las instalaciones, degustación y pisado de uva. Los costos varían entre 1500 y 1300 pesos por persona. También se pueden comprar accesos a las zonas vip para los espectáculos con costo adicional.