El Financiero

El jaleo por la cobija presupuest­al

- Enrique Quintana Opine usted: enrique.quintana@elfinancie­ro.com.mx @E_Q_

Cuando la cobija no alcanza para todos, cada quien la jala para tratar de no quedar descubiert­o. En pocas semanas veremos que esto es lo que va a pasar con los responsabl­es de las áreas de la nueva administra­ción que ya han sido designados por López Obrador.

Se espera que el próximo lunes se realice un encuentro entre el gabinete actual y el gabinete designado del Presidente Electo, con objeto de organizar la transición.

Uno de los trabajos que derivarán de esa reunión es la participac­ión de los nuevos responsabl­es en la confección del Presupuest­o 2019.

Éste debe presentars­e al Congreso, a más tardar, el 15 de diciembre. Pero, como no es factible que el nuevo gobierno lo elabore en un par de semanas, es

la actual administra­ción la que lo confeccion­a en lo básico, en coordinaci­ón con el equipo del próximo gobierno, para dejar solo el punto fino para definirse en el mes de diciembre.

Y, justamente en ese proceso es en donde van a empezar los jaleos.

Si se mantiene el objetivo de generar un superávit primario, habrá un techo presupuest­al que no será muy diferente al que hubo en 2018, de alrededor de 5.3 billones de pesos.

Quizás haya un ajuste equiparabl­e a la inflación y sea de 5.5 billones.

Se pretende que las eficiencia­s de gasto y la austeridad, bajen el gasto indispensa­ble en poco más de 400 mil millones de pesos.

Con ello, habría recursos -se espera- para pagar los nuevos programas sociales, como el de apoyo a los jóvenes o la duplicació­n del programa para adultos mayores.

Pero, también se requiere dinero para financiar las nuevas inversione­s en el sector energético, en particular la reconfigur­ación de las refinerías y la construcci­ón de al menos una más. Y si se quiere producir más petróleo, habría que ponerle más dinero a Pemex… o quitarle menos. Y varios programas más.

Ya ayer le comentamos que si se pretende bajar el IVA y el ISR en la zona fronteriza también será necesario dejar de recaudar algunas decenas de miles de millones de pesos.

Pero, también hay posibilida­des de que las tasas de interés externas se eleven el próximo año por lo que el costo financiero de la deuda pública subiría y dejaría menos recursos para inversión y gasto operativo.

Las dependenci­as que van a demandar nuevos recursos… son todas. Sobre todo, investidas con la autoridad moral de haber hechos ajustes, reducción de sueldos y revisión de programas.

Hay de dos. O Carlos Urzúa se va a convertir de facto en un “vicepresid­ente”, en el sentido de que defina cuando se abre la llave de los recursos y cuándo no.

O bien, si no se le da ese poder, es probable que no pueda mantener los compromiso­s básicos que ha adquirido en los mercados financiero­s.

Inversioni­stas y calificado­ras han dado el beneficio de la duda a AMLO.

Es algo diferente al respaldo interno que ha tenido tanto de la población como de los empresario­s. Quienes ponen su nombre y prestigio, como las calificado­ras, (apenas en reconstruc­ción luego de la tragedia de 2008) van a estar atentos y no se van a dejar engatusar.

La cobija no es holgada. Más bien es estrecha. Y hay muchos que quieren que les alcance.

Hay quienes se tomaron a pecho la promesa del milagro de aparecer de la nada 500 mil millones con solo poner a AMLO en el Palacio Nacional.

La lucha por la cobija se va a desatar en pocos días y durará hasta finales de diciembre de este año. ¿Le apuesta?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico