La CDMX debe apostar por los vehículos eléctricos
Según la OMS, la CDMX es una de las metrópolis más contaminadas de América. A pesar de los esfuerzos exitosos – como la introducción de la Eco-bici y la expansión del Metrobús – la ciudad sigue teniendo un reto de sustentabilidad. El WEF y Bain & Company estudiaron cómo desarrollar una movilidad limpia, definiendo una visión de futuro y recomendando medidas para alcanzar esta meta (World Economic Forum, Electric Vehicles for Smarter Cities: The Future of Energy and Mobility, Feb 2018). En este artículo, presentamos las ideas del estudio aplicado a la CDMX.
En la actualidad, en zonas metropolitanas existen típicamente incentivos para que las personas sustituyan su coche tradicional por uno eléctrico. En cambio, en la ciudad del futuro se fomenta que los medios de transporte público –que emiten muchos más contaminantes porque están en uso casi todo el día– sean reemplazados por unos eléctricos. En segundo lugar, la ciudad del futuro fomenta y se adapta a nuevos patrones de transporte, como la movilidad como servicio, que reduce costos de transporte y permitirá la reutilización de estacionamientos, así como el transporte compartido, que reduce los vehículos en circulación.
Por último, la ciudad de la siguiente generación cuenta con infraestructura que hace posible y eficiente la electrificación del transporte. En la actualidad las estaciones de carga se encuentran en zonas residenciales y comerciales, pues atienden las necesidades de los vehículos personales, pero solo se logrará que los taxis y las camionetas sean eléctricos si los puntos de carga son convenientes para estos. Por otra parte, imaginemos que todos los vehículos eléctricos se cargan en periodos de alta demanda. La red eléctrica necesitará más capacidad, lo que significa expandir centrales eléctricas. Así, se produce la misma contaminación… después de invertir una fortuna. Por eso, la ciudad del futuro cuenta con medios para controlar picos de demanda. Para realizar esta transformación se debe crear una organización que agrupe a gobiernos locales, municipios, CFE, PEMEX, concesionarios, sindicatos, proveedores y empresas de transporte para que éstos acuerden una estrategia coordinada, además de continuar con la transición de generación de energía limpia.
También, se deben redirigir las inversiones públicas para fomentar el transporte eléctrico. Actualmente, los apoyos buscan la sustitución de coches de uso privado.
Si se alinean todos los involucrados alrededor de una estrategia inteligente, la CDMX aprovechará esta oportunidad única de acabar con su problema de contaminación.