TOMA EN CUENTA LO SIGUIENTE:
Diversificar tus inversiones lleva algo de ciencia
Diversificar en lenguaje coloquial significa sencillamente “no poner todos los huevos en la misma canasta”. Sin embargo, la acción va más allá de sólo adquirir activos diferentes, requiere de análisis para que la mezcla sea la adecuada para ti.
1.- De nada serviría comprar un conjunto de instrumentos que pierdan. Este sería el primer principio, pues detrás de la selección hay una lógica del “porque” se piensa que será mayor el valor futuro al transcurrir el tiempo. Las malas opciones deben quedar fuera de cualquier portafolio.
2.- El análisis es permanente. Hay una tendencia a creer que al acertar en un buen grupo de activos financieros tenemos que conservar la cartera de inversiones, y no es así. Si queremos maximizar las ganancias hay que revalorar cada alternativa, dependiendo de las circunstancias actuales.
3.- Erradicar la avaricia, porque nos lleva a concentrarnos en una sola posibilidad. Un ejemplo podría ser el auge de las criptomonedas, pues hubo quienes “apostaron” su patrimonio y luego estos activos se desplomaron.
Habrá de evaluar el portafolio como un todo, al diversificar está el reconocimiento de que se desconoce cuáles serán los valores futuros y se opta por ampliar la probabilidad de éxito.
4.- Tus necesidades también deben ser sopesadas. Pensemos por un momento que tu dinero se encuentra en bienes raíces y requieres liquidez, esto podría desembocar a una venta ineficiente por la premura.
5.- El objetivo central es evitar el riesgo excesivo y esta variable es perceptual, depende del inversionista. Por ejemplo, si se trata de alguien con una disposición a mayores aventuras financieras, la diversificación será con seguridad entre instrumentos con cierta volatilidad pero con grandes ganancias (o pérdidas); en contrapartida, quien es tradicional podría incluir opciones tan estables como un certificado de depósito en un banco con tasa fija.
6.- Una de las claves es considerar los sectores a los cuales pertenecen los activos. Por ejemplo, no comprar sólo acciones tecnológicas, bancarias, inmobiliarias, comerciales, etcétera, sino encontrar un mezcla de ellas para descartar que al afectarse un área productiva particular, le pegue a todas nuestras posiciones.
7.- La expectativa económica pesa en la decisión. Una muestra de este principio es la cobertura del dólar que muchos tomaron ante la incertidumbre de la firma del TLCAN y el proceso electoral. El contexto va cambiando y por tanto: “Una buena elección de ayer, no necesariamente lo sigue siendo hoy”. Si quieres comprar casa para vivir o como una inversión de largo plazo, te conviene revisar los datos de las colonias de tu interés, así obtendrás mayor rendimiento conforme se incremente el valor de tu patrimonio con el tiempo.
Para ello, checa la plusvalía de cada colonia, es decir, cómo ha aumentado el valor de los inmuebles en una zona año con año. La colonia con mayor plusvalía en la Ciudad de México en el último año, es Santa María Insurgentes, ubicada en la delegación Cuauhtémoc, con 146 por ciento de agosto de 2017 al mismo mes de 2018, según datos del portal inmobiliario Propiedades.com.
En segundo lugar está la colonia Los Alpes, con 124.6 por ciento, seguida de Corpus Christy, ambas en Álvaro Obregón. Siguen San Rafael, con una plusvalía de 109 por ciento y en el quinto lugar del ranking está la colonia Tabacalera, con un aumento de 98.6 por ciento en el mismo periodo.
“La plusvalía muestra el rendimiento de la inversión y está relacionada con la calidad del parque habitacional de la zona, la conectividad o la coordinación con gobiernos locales”, explicó Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com.
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