PALOMAZO O PAJARETE
Este ritual arraigado entre los habitantes del estado de Colima y Jalisco, consiste en una mezcla de polvo de chocolate con azúcar (unas dos o tres cucharadas en un vaso largo generalmente de vidrio transparente) a la cual se le adiciona una o dos onzas de alcohol del 96 (sí: 96 grados, como el de la farmacia) y se revuelve con un par de chisguetes de leche extraídos directamente de las ubres de una vaca. Esta bebida típica del campo suele tomarse en ayunas. Mi recomendación es que prueben esta bebida solamente en lugares en los que cuiden la higiene de las ubres de las vacas, pues de no ser así las bacterias pueden provocar infecciones estomacales.
En mi caso la experiencia fue probarla acompañado del chef Nico Mejía, quien me condujo a un claro de un rancho aledaño a Colima capital cuyo dueño es un veterinario reconocido. Mucho se habla de las enfermedades de la leche bronca en México y el mundo, y esto es debido a la cantidad de hormonas que ahora se inyectan a las vacas o bien a la falta de higiene. Claro está que también el alcohol de ese calibre puede representar un serio problema a la salud; sin embargo, en mí experiencia, la leche bronca de una vaca sana puede ser un manjar único en la vida y cada vez más raro de ver. Recordemos que la cocina mexicana (como todas las del mundo) se forma de los usos y costumbres populares; no podemos asegurar que los maravillosos quesos frescos franceses sean un dechado de salubridad.