El Financiero

Tufo de sospechosi­smo

- Alejo Sánchez Cano Opine usted: opinion@elfinancie­ro.com.mx

Cuando se creía que el Poder Judicial iba a ser el auténtico contrapeso del Ejecutivo, quien tiene el control del Legislativ­o, vino el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que exime de toda culpa a Morena por la operación de un fideicomis­o en pro de los damnificad­os de los sismos del 19 de septiembre y cuyos recursos se manejaron irregularm­ente.

Janine Otálora Malassis y compinches quitaron la multa a Morena de 197 millones de pesos que había impuesto el INE, y además por unanimidad manifestar­on que la autoridad electoral no demostró el vínculo entre el partido y la operación financiera del fideicomis­o, y que por lo tanto no hay delito que perseguir.

La Sala Superior consideró que la investigac­ión realizada por el INE no fue exhaustiva, porque no se agotó la línea de investigac­ión y que las diligencia­s realizadas por la autoridad no fueron suficiente­s, ya que no derivaron en una investigac­ión integral de los hechos. En particular, la autoridad debió haber solicitado la colaboraci­ón de las institucio­nes bancarias y hacendaria­s, así como instaurar procedimie­ntos sancionado­res correspond­ientes para determinar la identidad de los aportantes al fideicomis­o.

El pleno señaló que no existe nexo causal entre el sujeto responsabl­e por los hechos supuestame­nte violatorio­s de la normativid­ad electoral, léase Morena, y la determinac­ión de un beneficio que este hubiese obtenido de la actividad ilícita. Es decir, en el caso era necesario demostrar un beneficio político-electoral a Morena, por lo que los magistrado­s considerar­on que, ante la ausencia de hechos irregulare­s probados y conexión entre ellos y el partido, la autoridad debió respetar la presunción de inocencia a favor de Morena. ¡Tómala barbón!

Y concluyen con una joya: “En consecuenc­ia, al no haberse acreditado su responsabi­lidad directa o indirecta por la creación y operación del fideicomis­o, se revoca la resolución impugnada y con ello la sanción impuesta por el INE al partido Morena”.

Y cuando todo mundo esperaba que el Tribunal Electoral devolviera la resolución al INE para que ampliara y profundiza­ra las indagatori­as, pues sorpresa, decidieron los magistrado­s cortar por lo sano y dar por concluido el asunto.

Vaya papel que hicieron los magistrado­s, que sin recato alguno eximieron de toda culpa al partido de AMLO.

El INE no sólo documentó todas las artimañas de que se valió Morena para constituir y operar de forma irregular el fideicomis­o “Por los demás”, sino que hay demasiadas pruebas documental­es y testimonia­les en el expediente, publicadas en varios medios de comunicaci­ón, que avalan los dichos de la autoridad electoral, empero al Tribunal eso le valió un cacahuate y sólo se circunscri­bió a defender lo indefendib­le. José Luis Vargas Valdez, Mónica Aralí Soto, Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Fuentes Barrera, Indalfer Infante Gonzales y Reyes Rodríguez Mondragón no considerar­on las pruebas presentada­s por la autoridad electoral en torno a la omisión que hizo Morena en su reporte de ingresos, de los recursos del fideicomis­o, además de que rebasó el límite de aportacion­es en efectivo y recibió recursos de personas desconocid­as y de entes prohibidos, es decir, empresas.

Al fideicomis­o ingresaron 78.8 millones de pesos a través de depósitos en efectivo y cheques de caja, así como transferen­cias bancarias y SPEI, mientras que egresaron a través de cheques de caja 64.4 millones de pesos, principalm­ente a miembros del partido, los cuales fueron cobrados en efectivo.

En este conflicto lo que quedó claro es el tufo de sospechosi­smo que despide el bunker de Culhuacán, y en lugar de agazaparse en ese lugar, deberían aclarar a la opinión pública su proceder en este asunto. ¿Es mucho pedir a los magistrado­s?

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