Tufo de sospechosismo
Cuando se creía que el Poder Judicial iba a ser el auténtico contrapeso del Ejecutivo, quien tiene el control del Legislativo, vino el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que exime de toda culpa a Morena por la operación de un fideicomiso en pro de los damnificados de los sismos del 19 de septiembre y cuyos recursos se manejaron irregularmente.
Janine Otálora Malassis y compinches quitaron la multa a Morena de 197 millones de pesos que había impuesto el INE, y además por unanimidad manifestaron que la autoridad electoral no demostró el vínculo entre el partido y la operación financiera del fideicomiso, y que por lo tanto no hay delito que perseguir.
La Sala Superior consideró que la investigación realizada por el INE no fue exhaustiva, porque no se agotó la línea de investigación y que las diligencias realizadas por la autoridad no fueron suficientes, ya que no derivaron en una investigación integral de los hechos. En particular, la autoridad debió haber solicitado la colaboración de las instituciones bancarias y hacendarias, así como instaurar procedimientos sancionadores correspondientes para determinar la identidad de los aportantes al fideicomiso.
El pleno señaló que no existe nexo causal entre el sujeto responsable por los hechos supuestamente violatorios de la normatividad electoral, léase Morena, y la determinación de un beneficio que este hubiese obtenido de la actividad ilícita. Es decir, en el caso era necesario demostrar un beneficio político-electoral a Morena, por lo que los magistrados consideraron que, ante la ausencia de hechos irregulares probados y conexión entre ellos y el partido, la autoridad debió respetar la presunción de inocencia a favor de Morena. ¡Tómala barbón!
Y concluyen con una joya: “En consecuencia, al no haberse acreditado su responsabilidad directa o indirecta por la creación y operación del fideicomiso, se revoca la resolución impugnada y con ello la sanción impuesta por el INE al partido Morena”.
Y cuando todo mundo esperaba que el Tribunal Electoral devolviera la resolución al INE para que ampliara y profundizara las indagatorias, pues sorpresa, decidieron los magistrados cortar por lo sano y dar por concluido el asunto.
Vaya papel que hicieron los magistrados, que sin recato alguno eximieron de toda culpa al partido de AMLO.
El INE no sólo documentó todas las artimañas de que se valió Morena para constituir y operar de forma irregular el fideicomiso “Por los demás”, sino que hay demasiadas pruebas documentales y testimoniales en el expediente, publicadas en varios medios de comunicación, que avalan los dichos de la autoridad electoral, empero al Tribunal eso le valió un cacahuate y sólo se circunscribió a defender lo indefendible. José Luis Vargas Valdez, Mónica Aralí Soto, Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Fuentes Barrera, Indalfer Infante Gonzales y Reyes Rodríguez Mondragón no consideraron las pruebas presentadas por la autoridad electoral en torno a la omisión que hizo Morena en su reporte de ingresos, de los recursos del fideicomiso, además de que rebasó el límite de aportaciones en efectivo y recibió recursos de personas desconocidas y de entes prohibidos, es decir, empresas.
Al fideicomiso ingresaron 78.8 millones de pesos a través de depósitos en efectivo y cheques de caja, así como transferencias bancarias y SPEI, mientras que egresaron a través de cheques de caja 64.4 millones de pesos, principalmente a miembros del partido, los cuales fueron cobrados en efectivo.
En este conflicto lo que quedó claro es el tufo de sospechosismo que despide el bunker de Culhuacán, y en lugar de agazaparse en ese lugar, deberían aclarar a la opinión pública su proceder en este asunto. ¿Es mucho pedir a los magistrados?