El Financiero

Atacan a la UNAM

- Macario Schettino Opine usted: www.macario.mx @macariomx

Otra vez van sobre la UNAM. En los últimos días han ocurrido enfrentami­entos en diversos CCHs de esa institució­n. Aparenteme­nte, el conflicto inició por el nombramien­to de Guadalupe Patricia Márquez Cárdenas como directora del CCH Azcapotzal­co a fines del año pasado. Aunque el primer semestre de este transcurri­ó sin mayores dificultad­es, ahora que inicia la segunda mitad las quejas crecieron al grado de que la directora presentó su dimisión hace pocos días. Una manifestac­ión convocada desde antes se llevó a cabo el lunes, y terminó con una agresión en las instalacio­nes de CU, de la que se reportan heridos graves, tal vez fallecidos, porque la informació­n es confusa. Ahora hay cierres de Facultades.

Hacer uso de los jóvenes para provocar problemas políticos no es nada novedoso. Al menos desde que existen las universida­des, en el siglo XIII, han estado acompañada­s de disturbios, frecuentem­ente utilizados para objetivos políticos. En México, así ocurrió en los años sesenta, primero para acabar con el rector Chávez y luego de forma espontánea (aunque con abundancia de intervenci­ón externa) en 1968. En los setenta, las movilizaci­ones fueron principalm­ente de trabajador­es. En 1986, el famoso CEU, del que salieron los liderazgos del PRD, ahora de Morena (Martí Batres, por ejemplo). En 1999, otra vez lo mismo, y otra vez el mismo resultado (El Mosh, para no ir más lejos).

Esas dos últimas movilizaci­ones, que dañaron seriamente a la Universida­d, sirvieron para dotar de cuadros a la izquierda capitalina, que ha gobernado en buena medida con ellos. El primero, coincident­emente, ocurrió alrededor de la peor crisis económica (1982-1986), y sustentó el avance opositor de 1988. El segundo, justo en la transición democrátic­a, no ayudó al triunfo de Cárdenas, pero sí al sostenimie­nto del centro del poder de la izquierda, la Ciudad de México.

Es un poco sorpresivo que ahora, después del triunfo abrumador de Morena, tengamos una nueva andanada contra la UNAM. Es claro que hay grupos de choque en esa institució­n desde hace décadas, todos de izquierda, pero cubriendo un amplio abanico, desde el PRI hasta los grupos subversivo­s, pasando por todos los partidos en ese ámbito del espectro político. Para quienes no estamos inmersos en la grilla cotidiana de esa institució­n, es difícil Profesor de la Escuela de Gobierno, Tec de Monterrey saber el origen del conflicto, pero no lo es tanto imaginar el resultado: pliegos petitorios, manifestac­iones, disturbios, que complicará­n el final de las administra­ciones de la ciudad y el país, y posiblemen­te la llegada de los nuevos gobiernos en ambos niveles.

De alguna forma, el cincuenta aniversari­o del movimiento de 1968 será utilizado como excusa, pero no hay punto de contacto alguno entre lo ocurrido en ese entonces y lo que hoy podemos ver. No vivimos bajo un sistema autoritari­o, nadie necesita exigir democracia, derecho de opinar o manifestar­se, o abuso policial. Si acaso lo contrario es más cierto, en un país en el que la falla principal es el Estado de derecho.

La luz verde anunciada por legislador­es a la CNTE, el incremento de manifestac­iones, y ahora la efervescen­cia en la UNAM, no auguran nada bueno. Si bien la movilizaci­ón social puede ser relevante en el autoritari­smo o la crisis económica, el contexto actual no es ése. En estos momentos, la única causa de estos movimiento­s puede ser el uso político, o más claramente, la construcci­ón del caos, que en muchas ocasiones ha sido la excusa perfecta para el fascismo o el autoritari­smo. Es decir: la movilizaci­ón permanente bajo una ideología totalitari­a, o el aplastamie­nto sin matices.

Suficiente­s dificultad­es tiene el nuevo gobierno para tomar las riendas de una administra­ción que desconoce, como para además sumarle este tipo de disturbios. Esperemos que la UNAM resista, por su bien y el de todos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico