COMO EN 1968... EN SILENCIO Y CONTRA LA VIOLENCIA
AYER, MÁS DE 20 MIL ESTUDIANTES SALIERON A LAS CALLES PARA CONMEMORAR 50 AÑOS DE LA MARCHA DEL SILENCIO Y PROTESTAR POR LA VIOLENCIA EN CU. LA MANIFESTACIÓN LA ENCABEZÓ EL CCH AZCAPOTZALCO.
Cerca de 23 mil jóvenes replicaron la marcha del silencio de 1968. Como hace 50 años, estudiantes del IPN y de la UNAM denunciaron la violencia en sus planteles. A ellos se sumaron contingentes de la ENAH, de la UACM, de la UAM, de la UPN y del Colmex. La cita fue en el Museo de Antropología e Historia, ahí se reunieron todos los contingentes; el del CCH Azcapotzalco, que encabezó el movimiento, estaba en la Estela de Luz. “Atrás de ellos van los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, y después los integrantes del Comité del 68”, indicó una voz femenina que los acomodaba y pedía silencio. Los exlíderes del movimiento de 1968 se pronunciaron antes de avanzar: “le pedimos a Andrés Manuel López Obrador que abra los archivos militares para conocer a los agresores de hace 50 años”, dijo David Roura, quien después invitó al rector Enrique Graue a dejar su cargo por los hechos violentos en la universidad, “si tiene cinco centavos de vergüenza debería renunciar”. Esta vez, los estudiantes no hablaron. Se mantuvieron callados desde el inicio de la marcha, sobre Paseo de la Reforma.
Sólo el ruido del helicóptero de la Secretaría de Seguridad capitalina, los silbatos de los policías y las sirenas de las ambulancias rompían el silencio. Así avanzó la manifestación, callada, con paso
lento pero sosteniendo y, aun con la boca cerrada, la exigencia era la misma: “fuera porros de la UNAM”. En el Ángel de la Independencia organizaciones sociales se integraron: damnificados por el 19S, Pueblos Unidos contra el Nuevo Aeropuerto, el Sindicato Mexicano de Electricistas... los reclamos se diversificaron y el silencio se acabó. “Por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina”, gritaban los estudiantes. Estallaron los goyas y los cánticos. Mientras avanzaban por Juárez, como hace 50 años, los negocios cerraban y algunos edificios lucían blindados con barras de madera, para evitar las pintas que sí hubo sobre Reforma, y que fueron hechas por los anarquistas. Hubo saldo blanco en la manifestación, vigilada por 2 mil efectivos de la SSP.
Y así llegaron al Zócalo, donde un templete liderado por integrantes del SME aguardaba a los voceros. Pero no fueron los estudiantes los que tomaron la palabra, en su lugar, representantes de las organizaciones que los acompañaron reiteraron sus demandas, como la investigación por la desaparición de los 43 y el rechazo a la construcción del NAIM.