El reto de los fondos de capital privado en México
Las firmas de capital privado han generado altos retornos en la última década, lo que les ha permitido captar más dinero de inversionistas durante los últimos cinco años que en cualquier otro lustro (Global Private Equity Report 2018, Bain & Company). En México se ha visto reflejada esta tendencia, pues el capital comprometido en estos fondos ha crecido a una tasa anual del 15% en el país durante los últimos diez años (Amexcap). Sin embargo, las firmas están encontrando menos oportunidades atractivas para invertir que antes. Mientras que los fondos de todo el mundo realizaron cerca de 4,000 tratos para comprar empresas en el 2007, en el 2017 concretaron alrededor de 3,000 (Bain). En México, mientras que en el 2015 y 2016 los fondos realizaron, respectivamente, 238 y 269 compras, el año pasado registraron aproximadamente 150 (Amexcap ).
La dificultad de las firmas de Private Equity para encontrar buenas oportunidades de inversión Socio de Bain & Company en la oficina de México, experto en Servicios Financieros se explica por la competencia de los grandes corporativos en la compra de activos. Estas compañías pueden pagar más por las empresas que adquieren, porque tienen confianza en que las sinergias entre éstas y sus operaciones existentes generarán suficiente valor para justificar el precio de la compra. Ante este reto, los fondos deben adoptar nuevas estrategias para ser capaces de crear más valor en las empresas que adquieren (y por ende, ofrecer precios competitivos por las mismas). Tradicionalmente, las firmas de capital privado se enfocaban en realizar un manejo más eficiente de los costos de sus compañías de portafolio. Sin embargo, resulta difícil que esta estrategia sea suficiente en la situación actual. Una manera en que los fondos pueden ser más exitosos es centrando sus esfuerzos en incrementar los ingresos. Esto se puede realizar, al menos, de tres formas. La primera es escoger al talento adecuado para dirigir estos negocios. Para conseguirlo, durante su estudio en el proceso de compra de la empresa (due diligence), podrían determinar qué capacidades críticas requerirán los futuros directores, para después emplear técnicas tradicionales y digitales que identifiquen a las personas adecuadas para ocupar esos puestos. En segundo lugar, las firmas pueden desarrollar la capacidad comercial de la compa- ñía, por ejemplo, mejorando su estrategia de precios u optimizando su portafolio de productos y servicios. Por último, pueden capturar oportunidades presentadas por una transformación digital. Por ejemplo, pueden invertir en productos o canales que crecerán en importancia en los próximos años.
Una estrategia adicional que pueden adoptar los fondos es imitar a sus competidores corporativos, adquiriendo empresas del mismo ramo para fusionarlas y capturar sinergias, tal y como lo está haciendo la firma JAB Holding, misma que compró e integró Dr. Pepper (empresa de refrescos) con su empresa de bebidas Keuring Green Mountain en enero de 2018. Los desafíos de estas nuevas estrategias sacarán a muchos fondos fuera de su ‘zona de confort’. Una gran parte de las firmas grandes ya tienen algunas de las habilidades necesarias para superar este reto con éxito, pero pocos tienen todas para “ganarles” a los compradores corporativos.